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miércoles, 23 de noviembre de 2011

¿CUÁNDO EMPEZAMOS A MIRAR PARA ARRIBA?

El ruido de velcros, la risa tonta que te sale de tus adentros, arrimarse a la carrasca achaparrada por el viento para soltar una buena meada, mirar hacia abajo, reconocer el nervio que te invade ante la trialera inédita y descomunal que te espera... son sensaciones a las que para llegar a ellas, antes debes haber pasado por toda una serie de penurias y calamidades, y son en definitiva, sensaciones que todos hemos sentido desde que empezamos a comprobar que el ciclismo de montaña no se limita solo a dar pedales.

Si eres ciclista pero todavía no te has atrevido a superar la barrera psicológica del empujar o portear la bici, desde aquí te invitamos a ello. Rompe ese absurdo tabú ciclístico que implica hacerlo todo montado sobre el biciclo. En el momento en que uno pasa de dejar de lado esa senda empinada que conduce hacia arriba, para seguirla... se rompe una barrera que te cambia por completo la forma de ver la bici y la montaña.

Los roteros lo hicimos casi sin darnos cuenta, pasamos de soñar que debe ser flipante rodar por los largos singletracks que no tenemos, a valorar como toca las magníficas trialeras de roca y piedra que nos brinda el escenario calizo que se abre a nuestros morros. Y también comprobamos que las mejores sensaciones "de montaña", como dice el apellido de nuestro deporte, se manifiestan cuanto más arriba se siente uno.

El deslomarse andando por canchales, el desgastar tantas y tantas suelas, el sobredimensionar el tamaño de la mochila, el no poder parar de inmortalizar el momentazo a base de foto tras foto, son solo pequeñas anécdotas comparadas con la increíble sensación que reporta el salirse de lo establecido para alcanzarlo todo una vez estás en el pico. El agitado pulso se relaja y se vuelve paz absoluta allá arriba, siempre que las condiciones lo permitan, y se vuelven a agitar en el mismo instante en que suenan de nuevo ruidos de velcro, la risa tonta te sale de tus adentros, te arrimas a la carrasca para soltar una celestial meada, miras hacia abajo, y reconoces el nervio que te invade ante la trialera inédita y descomunal que te espera... otra vez más, cíclicamente...

Aquí -pinchando en la foto de la entrada- va un breve repaso a la reciente historia rotera entre biciclos y montes. Años 2007 y 2008, cuando de verdad empezamos a descubrir lo que es la MONTAÑA con mayúsculas. Lo que viene siendo el ciclomontañismo, que rulZarnos, nos rulZa abogollón!

No he colgado grandísimas fotos, pero sí algunas muy elocuentes de cómo hemos cambiado poco a poco... aunque el trasfondo siga siendo el mismo que antaño, y es que para eso no hay paso de años que valga!

Aúpa, que los próximos años "no tienen ná"!!

7 comentarios:

  1. "Biciclismos" puro y duro!!!.

    Que momentos de fotos!!!, je, je, je.....

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  2. Por cierto, las meada con espolsancia o sin espolsancia???, juas, juas, juas.....

    P.D.: Esta entrada parece que haya salido de la nada.....

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  3. La espolsancia es necesaria para que la meada tenga grado de "celestial".

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  4. Buah, algo así rondaba por mi cabeza desde el sábado pasado, pero tú lo has bordao, primol. Algunas fotos no son de hace tanto tiempo pero la diferencia de antes a ahora parece abismal.

    Qué jrande!!

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  5. Eh Josele no te cortes!! crea tu entrada!!

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  6. Joder! Eso es mantener un blog vivo y con fundamento

    Bicimontañismo Rulz!!!

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  7. Tranqui, secre, que está en proceso. ;)

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