En la era pre-internet, antes de crecer exponencialmente los millones de smartphones y dioptrías en los cuerpos humanos, las personas que salían en bicis por firmes no asfaltados, leían a Xavi Fané en revistas específicas. Bueno no solo eso, es cierto, un domingo también alucinaron con Juan Ochoa y Juanma Montero en "Al filo de lo imposible".
La cosa fue a más, ciertamente. La Caja Rural te regalaba una BH Force 12 monoplática (menudos visionarios!) si te echabas una cuenta joven en verano, y un colega ganó una... joder ¿cómo se llamaba la marca?... por ganar un campeonato de billar.
Pero he aquí que triunfó internet, con su Youtube de música a tope y vídeos interminables grabados desde el casco, con su Facebook postural cual kamasutra ciclista, su petación de rutas subidas a Wikiloc repletas de senderos centenarios de cuyo nombre no quiero acordarme y la rebautizo en plan "la interminable", "la del puente", "árbol caído", y demás toponimia rigurosamente estudiada.
Pero he aquí que además, triunfaron los smartphones, con sus filtros de Instagram, sus hashtag, sus grupos de whatsapp repletos de emoticonos, fotos de féminas sin algo más que sin casco, sus vaciladas testosterónicas, sus voces celestiales saliendo de la mochila de hidratación al cruzarse los datos del Endomondo con los del Runtastic, y su "apártate que piso KOMs" del Strava.
En no se sabe muy bien dónde, un gurú sacó su varita. En tono enhiesto, llamó una a una a aquellas personas que otrora salían en bicis por firmes no asfaltados, y ahora eran bikers, y de un golpe de muñeca ¡zasca!, los subdividió en modalidades.
- A partir de hoy tú serás de allmountain, tú de enduro, tú haces downhill los sábados y freeride los domingos, tú XC un día y cross country otro.
Alguien lo oyó detrás del visillo, se frotó las manos y envuelto en un aura espiritual llamó una a una a aquellas bicicletas que otrora iban por firmes no asfaltados, y ahora eran bikes, y de un golpe de muñeca ¡zasca!, las subdividió por pulgadas.
- A partir de hoy tú serás fat bike, tú 27'5, tu primo 27'5+, tú 29 un día y al martes 29+, tu suegro eBike, y tú para que la vuelta a lo vintage no sea traumática y no se nos vea tanto el plumero... 26+.
A finales de 2017, el cielo amaneció plomizo. Los de las modalidades montados en las de las pulgadas, se esparcieron por la montaña como cada fin de semana. Pero en cuanto los smartphones se hicieron eco de la noticia, internet ya era todo un hervidero de indignación.
Pararon, y sin hablarse claro, empezaron a compartir la información en sus redes.
Al sacarse las gafas, secarse el sudor, y descubrir la realidad, fue
cuando se dieron cuenta que mirarse a si mismo no era en realidad el fin
de esto, y que lo que habría que haber mirado más, es a esa montaña, a
la cual los gurús legislativos acababan de meter en una incubadora.
Al
sacarse las gafas, secarse el sudor, y descubrir la realidad, fue
cuando se dieron cuenta que mirarse a si mismo no era
en realidad el fin de esto, y que lo que habría que haber mirado más,
es a esa montaña, a la cual los gurús legislativos acababan de meter en
una incubadora.
Al
sacarse las gafas, secarse el sudor, y descubrir la realidad, fue
cuando se dieron cuenta que mirarse a si mismo no era
en realidad el fin de esto, y que lo que habría que haber mirado más,
es a esa montaña, a la cual los gurús legislativos acababan de meter en
una incubadora.
Al
sacarse las gafas, secarse el sudor, y descubrir la realidad, fue
cuando se dieron cuenta que mirarse a si mismo no era
en realidad el fin de esto, y que lo que habría que haber mirado más,
es a esa montaña, a la cual los gurús legislativos acababan de meter en
una incubadora.