EL MINUTO DE GLORIA DEL MTB VALENCIANO
Caras sonrientes, estreno de portaburras en el maquinón, y dos orejas y rabo para Javi que viene en plena noche desde la Serreta montado en su Prophet.
-Están montando un control de la hostia en la Monfortina.
-Buenas noches control rutinario de alcoholemia, sople aquí sí es tan amable sin romperme el aparato.
Macho, me sentí como si hubiese sacado un diez en el último examen de la carrera.
Recogemos a los Yaincoa Bike y tras conversaciones distendidas, Extremoduro sonando y Ruben Kona delante, nos recibe la huerta valenciana medio adormecida.
Alcàsser lo encontramos con ambiente de marcha biker. Bombones, nervios, envío de fax con transmisión ok y al pedal.
Alegría por compartir trazada de nuevo con Javi y el Bere. Puentes sobre infraestructuras varias, hortets, Albal, Massatotxak, digo Massanassa. Somos un güevo ya. Cuántos? 200 ó 300? Calambres del Levante. Saludos a Paco Macià, maestro donde los haya en esto de las burras gordas.
Comitiva biker a tomar Valencia.
Juanaco y Mireya. Una rotera. Dí que sí. La Ciutat de les Arts i les Ciències. Impone este paisaje urbano. Cap i Casal. “Poca gente no ?”
Pasa el tiempo, gente peldaños abajo, en bici y a pie para ir un café ¿al Mc Donald’s?.
Novelderos del Club: Kalifa, Doménech y Dioni. Alegría ante nuestros paisanos. No estamos solos en esto. Caras de foreros con los que has cruzado comentarios, “Coño eres Tipotane!”. Padres, madres, niños, carritos… un ambiente indescriptible.
Alguien despliega una pancarta, es Forner. La que ha montado el tío. Bravo, bravísimo!!
“Salvemos la Bici de Montaña: prohibición no es protección”. A por ellos oé!.
Empieza el festival. Los roteros a cerrar la mani, como en las marchas. Policía cortando el tráfico, nacionales, miradas atónitas. “Mami mira cuanta bici”.
Un lujo rodar por el asfalto asfixiado de Valencia en bici. Espléndida mañana de domingo. Puente sobre l’Hemisfèric. Flipazo. Nos miramos. No hablamos. Estamos de verdad en la Manifestación de Valencia? Todos juntos. Casi todos. O mejor todos, los que faltan, empujan con nosotros desde casa.
Paseo de la Alameda. José reconoce a alguien. Mirada resplandeciente. Chocante ver tanto color, “a vore este d’on és?”. Clic clic clic, Javi lleva un bazoca que dice que hace fotos. Te sale de la nada y te dispara ráfagas de instantáneas que quedarán para el recuerdo por siempre jamás. BMW atascado entre una marea biker. Pitos, silbidos. Bocinas nuestras, y también de esos monstruos de cuatro ruedas. Cantan el “Aúpa los Totxak”.
Puente sobre el antiguo cauce del Turia. “Qué lujo andar en bici por aquí”, musita el Bere con su eterna sonrisa sosegada.
Buscamos ahora la Valencia antigua. Giro a derechas. Ojos abiertos, pupilas gigantescas, caras de asombro. Ante nosotros la espectacular visión de miles de bikers enfilando en leve cuesta el carrer de la Pau. La sombra de la mañana, el sonido de las ruedas, las caras de los transeúntes que se paran, el corazón palpitante… se para la marea desde una punta de la calle y atiza una ola mejicana que se caga la perra. Suben de nuevo a las bicis, y a los diez metros pie a tierra para portear este hierro que lo da todo sin nada a cambio, clavando en el cielo el grito de guerra: “¡bicis arriba, esto es un atraco!”. Ensordecedor estruendo de miles de voces, ruedas apuntando a las copas de los árboles.
Nos subimos a unos macetones. Momentazo. Fotos. Me adelanto, llamo a mi mujer, casi llorando, le digo que si lo oye. Se emociona al imaginar lo que en ese preciso instante en Valencia acontece. Descuelgo el teléfono. Un hombre de unos 70 años me pregunta qué es lo que pedimos. El Bere se lo explica. Gotxo alucina, Jose mira a todas partes anonadado. Pepe aparece aquí y allá, junto a Javi, clic clic clic. El Bere marcha triunfante. Juan y Mireya que hoy son uno…
Calle del mercado, con su mercado y mercadillo dominical. Alucino con la fauna que habita entre la masa, están todos los miembros de la familia: streeters, gente del descenso con muelles, endureros de camales anchos, rallymans de espalda curvada, bicimensajeros con mochila detrás, padres, madres, futuros bikers, tándems…
Parón, ahora o nunca, las miradas fijas en un solar. “Arriba las bicis, a la mierda el PP!”, grita un abuelete. Pos eso, y a enfilar el chorro. Clic clic clic. Javi esas fotos valen millones de megapixels.
Calle Guillem de Castro, la ciudad es un libro de Historia abierto por el capítulo uno con las Torres de Quart, y cerrado por el apéndice con l’Hemisfèric.
Disfrutamos del recorrido. Ritmo sosegado, más que un xino xano. Pi pi pi. Pitos y bocinazos continuados. Claxon de gente urbanita nerviosa. Torres de Serrano, antigua puerta de la ciudad. Mi vista se clava en la descomunal senyera que ondea arriba. Hacia abajo, parece que esto se acaba. Barrio viejo, pero bien conservado. Dios, o mejor, la Virgen!, o mejor aún, la Plaza de la Virgen!.
El lugar indicado para que sean escuchadas nuestras voces no puede ser mejor: frente al Palau de la Generalitat. Ojalá estuviese el Conseller en su despacho, para oír el clamor que le pide un respiro y que nos deje rotar en paz.
“Preguntan por ti, ese que lleva el cartel de tu escrito”. Me da palo. Me choca. Aúpa las bicis!.
Lectura de manifiesto. El sol pega de cara. Bikers por todas partes. “La policía ha dicho que somos seis mil”, dice Doménech. Seis mil!! Madre mía, ni en la mejor de las previsiones.
No se oye casi, pero da igual. Eso sí, cuando mencionan las Penyas y Clubes adheridos al estilo alineación de fútbol seguida de ovación cerrada, se oye bien claro eso de “Penya el Rot de Novelda”.
Una vez más, y quién sabe si se repetirá de nuevo, suena el “bicis arriba esto es un atraco”. Y ahí tuvimos todos los bikers valencianos, estuviesen o no en esa recoleta Plaza de la Virgen de la vieja Valencia, nuestro minuto de Gloria. Sellado por nosotros más tarde, con una excursión por el Vell Llit del Túria, una sesión de Street a nuestra manera, un cruce de Horta valenciana de punta a punta para coronar los 50 kms justos por esta rotada inédita con el viento de cara, y una suculenta comida acompañados por nuestro amigo Ruben especiada con toneladas de risas y… algún bichejo que se quiso colar en este espectacular festín que esperemos tenga como postre, la libertad más absoluta en cualquier trazado que cuente con más de un palmo de ancho.
Son las 7 de la tarde, tras trece horas de lucha, solo cabe dar las gracias a quienes han hecho posible este encuentro, y a todos los roteros por creernos una vez más lo que somos: ciclistas de montaña.
Riba riba,
Salut i sendes!
En la foto faltas tú Javi, pero es que es una fotamenta del 15!!!
ResponderEliminarEl resto de rots, están ahí también, aunque no se vean en la imagen.
RIBA RIBA!!
Hale pues pongo la que salimos todos los novelderos, ea!
ResponderEliminarUf mirad esto:
ResponderEliminarhttp://es.youtube.com/watch?v=H7EwciqVrlk
Es el principio de la Manifestación.
Vaya pedazo de: FOTOS, CRONICA Y PEÑA.
ResponderEliminarRIBA, RIBA¡¡¡¡¡¡¡¡¡;) ;)
Ritmo trepidante en la narración..has conseguido ponerme otra vez nervioso..he estado apunto de volver a sacar otra vez la camara y clic clic clic...
ResponderEliminarSe comunica a los roteros que fueron a Valencia que por gentileza de javierfotoestudio tienen en el estudio un pequeño presente para recordar este día...Señor admin pasese por el estudio que no se arrepentirá..
ResponderEliminarprometo tener con el resto de los roteros igual detalle en posteriores salidas...
impaciente estoy ya......
ResponderEliminarENHORABUENA A TODOS!!!
ResponderEliminarAL ESCRITOR DE LA PENYA,A LOS FOTOGRAFOS(PROFESIONALES O AMATEURS) Y AL RESTO DEL REBAÑO(COÑO AHI ESTOY YO!),TAMBIEN A LOS K KISIERON PERO NO PUDIERON ASISTIR,.TODO UN LUJO.
RIBA,RIBA!!!
Esta semana hay que cervecear sí o sí.
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