CAMÍ DEL CARRASCAR-CAMÍ DE XIXONA 17/03/07
La mañana trajo consigo un hecho sin procedentes en el pequeño barrio de Sant Roc: la presencia de Tinker Juárez!!!
Efectivamente, el prodigioso indio americano iba a participar en esta rotada matutina.
El llanto producido por las risas, fue una constante en nuestra tarea de aproximación a la localidad juguetera de Ibi. Buscamos el campo de fútbol, montamos las burras y Tinker se empeña en mostrarnos su escultural cuerpo. “Que sí Tinker, que sí, que estás prietorro de la muerte”. Le decimos, sin saber que su esculturalidad corpórea iba a inmortalizarse para siempre y a desparramarse como el lodo por la red, en el momento justo en que Jose apretaba el botón de la cámara.
El caso es que a Tinker también le suena el pulsómetro, por lo que decidimos abrir hueco para no desconcentrarnos. Casi sin darnos cuenta pasamos de la ciudad al monte. Ascendemos por un camino de buen firme entre pinares y carrascales. En la primera parada, vemos ascender a un camión y a dos bikers que por el ritmo que llevan, parecen los bicivoladores de ET.
Al reanudar la marcha, Jose me comenta que no es tan fiero el león como lo pintan, pero lo cierto es que ya no los volvimos a ver hasta que emprendieron el descenso. Hasta dónde llegaron, nunca lo supimos.
El camino se hace técnico por momentos. Las piedras salpican de borde a borde el trazado del mismo, impidiendo la rotada a todos salvo a Tinker, que pasa por nuestro lado resoplando como un rinoceronte en celo.
Tras la tempestad llega la calma. Llegamos a un collado tras haber pasado junto al Mas del Carrascar d’Anselmo, la Font del Mas del Carrascar, y numerosos bancales de cerezos esperando a florecer. Hacia el norte, se asoma nuestro primer objetivo, así que ascendemos los últimos metros de desnivel. Tomamos aire y arrancamos atravesando un tupido bosque de carrascas y fresnos ahora desnudos.
A 1.155 mts. de altura se ubica el Refugio de l’Esbarzeret (“Esbarzennegger”, pronunciado “Esbarsenaguer” en lenguaje rotero)
Tres senderistas ibenses nos informan del estado del refugio, en cuanto a derecho de pernocta se refiere, pensando en la futurible 1ª Travesía Rotera por la montaña alicantina de esta Semana Santa.
Como estarán nuestros cuerpos, que rechazamos el amable trago de la bota de vino de los senderistas. A lo que no nos negamos es a sentarnos a su lado en la pared meridional del refugio, para almorzar al solet. Como los fardatxos.
El bocadillo me sabe a gloria, y la barrita de frambuesa de postre, me provoca unas ansias terribles de rotar. Desmontamos el campamento. Los senderistas ya hace rato que han proseguido su camino. Nosotros a lo nuestro. El paisaje es digno de mención. Rodeados de bosques hacemos fotos, grabamos vídeos, emitimos sonoros rots. Todo en perfecta armonía y simbiosis con el medio que nos rodea y nos devuelve a la vida, después de una semana de profundo asfalto urbano.
Giramos a la derecha, ascendemos y descendemos por una especie de tobogán con forma de camino. Con frecuencia alzamos la vista, que en una de las ocasiones nos regala el inconfundible vuelo circular del águila. Nunca sabremos la subespecie. Pero sí tardaremos en olvidar su señorial presencia. Sus ojos parecen atisbarnos. Nos quedaríamos horas observándola, pero reemprendemos la rotada, que poco a poco va buscando el límite meridional de este formidable macizo montañoso compuesto por la Penya Roja-Penya Migjorn, y la serra de la Carrasqueta.
Ante el primer camino cuesta abajo, Jose suplica que sea rotado. No desesperes querido friraider, ya llegará mejor ocasión.
Nos acercamos a la Font de Vivens, el tiempo ha cambiado, el sol se ha tornado niebla en las alturas y frío en los caminos.
Tras kilómetros entre vallecillos intrincados, descendemos hacia una encrucijada. Al sur se observa una ladera petada de pinos atravesada por un cortafuegos y una línea eléctrica. La visión parece reproducir los Bike Park pirenaicos, pero el resultado es más hiriente para la vista y el corazón.
Esta vez no iremos a Vivens, ni tampoco seguiremos la pista hacia el área recreativa. Esto es la Penya el Rot, por lo que avanzamos entre un pedregoso sendero cuesta arriba. Jodidos. Arrastrados. Superamos con penuria 100 mts de desnivel positivo por el borde un barranco. Con tobillos rotos y mentes preocupadas. Pero atisbamos el collado, y cerca de él, una preciosa senda que desciende por la ladera de enfrente. Sí. Te aseguramos que serás rotada. Otro día, en el que el destino nos acerque de nuevo a ti.
Ibi a nuestros pies. En 5 kilómetros descubrimos los daños del hombre en el monte y lo rápido que se baja lo subido. Un trazado imboso en toda regla. Inevitable salirse de la trazada principal por la cantidad de recorridos inconexos que hay. Yo mismo caigo en la duda. La misma que nos invade al borde de un nuevo sendero. Tinker quiere ir a lo fácil, y en un plis estamos en Ibi.
Sensación de querer más. Otro día. Este puente es altamente rotable. Risas. Ska. Tinker eres un crack.
Efectivamente, el prodigioso indio americano iba a participar en esta rotada matutina.
El llanto producido por las risas, fue una constante en nuestra tarea de aproximación a la localidad juguetera de Ibi. Buscamos el campo de fútbol, montamos las burras y Tinker se empeña en mostrarnos su escultural cuerpo. “Que sí Tinker, que sí, que estás prietorro de la muerte”. Le decimos, sin saber que su esculturalidad corpórea iba a inmortalizarse para siempre y a desparramarse como el lodo por la red, en el momento justo en que Jose apretaba el botón de la cámara.
El caso es que a Tinker también le suena el pulsómetro, por lo que decidimos abrir hueco para no desconcentrarnos. Casi sin darnos cuenta pasamos de la ciudad al monte. Ascendemos por un camino de buen firme entre pinares y carrascales. En la primera parada, vemos ascender a un camión y a dos bikers que por el ritmo que llevan, parecen los bicivoladores de ET.
Al reanudar la marcha, Jose me comenta que no es tan fiero el león como lo pintan, pero lo cierto es que ya no los volvimos a ver hasta que emprendieron el descenso. Hasta dónde llegaron, nunca lo supimos.
El camino se hace técnico por momentos. Las piedras salpican de borde a borde el trazado del mismo, impidiendo la rotada a todos salvo a Tinker, que pasa por nuestro lado resoplando como un rinoceronte en celo.
Tras la tempestad llega la calma. Llegamos a un collado tras haber pasado junto al Mas del Carrascar d’Anselmo, la Font del Mas del Carrascar, y numerosos bancales de cerezos esperando a florecer. Hacia el norte, se asoma nuestro primer objetivo, así que ascendemos los últimos metros de desnivel. Tomamos aire y arrancamos atravesando un tupido bosque de carrascas y fresnos ahora desnudos.
A 1.155 mts. de altura se ubica el Refugio de l’Esbarzeret (“Esbarzennegger”, pronunciado “Esbarsenaguer” en lenguaje rotero)
Tres senderistas ibenses nos informan del estado del refugio, en cuanto a derecho de pernocta se refiere, pensando en la futurible 1ª Travesía Rotera por la montaña alicantina de esta Semana Santa.
Como estarán nuestros cuerpos, que rechazamos el amable trago de la bota de vino de los senderistas. A lo que no nos negamos es a sentarnos a su lado en la pared meridional del refugio, para almorzar al solet. Como los fardatxos.
El bocadillo me sabe a gloria, y la barrita de frambuesa de postre, me provoca unas ansias terribles de rotar. Desmontamos el campamento. Los senderistas ya hace rato que han proseguido su camino. Nosotros a lo nuestro. El paisaje es digno de mención. Rodeados de bosques hacemos fotos, grabamos vídeos, emitimos sonoros rots. Todo en perfecta armonía y simbiosis con el medio que nos rodea y nos devuelve a la vida, después de una semana de profundo asfalto urbano.
Giramos a la derecha, ascendemos y descendemos por una especie de tobogán con forma de camino. Con frecuencia alzamos la vista, que en una de las ocasiones nos regala el inconfundible vuelo circular del águila. Nunca sabremos la subespecie. Pero sí tardaremos en olvidar su señorial presencia. Sus ojos parecen atisbarnos. Nos quedaríamos horas observándola, pero reemprendemos la rotada, que poco a poco va buscando el límite meridional de este formidable macizo montañoso compuesto por la Penya Roja-Penya Migjorn, y la serra de la Carrasqueta.
Ante el primer camino cuesta abajo, Jose suplica que sea rotado. No desesperes querido friraider, ya llegará mejor ocasión.
Nos acercamos a la Font de Vivens, el tiempo ha cambiado, el sol se ha tornado niebla en las alturas y frío en los caminos.
Tras kilómetros entre vallecillos intrincados, descendemos hacia una encrucijada. Al sur se observa una ladera petada de pinos atravesada por un cortafuegos y una línea eléctrica. La visión parece reproducir los Bike Park pirenaicos, pero el resultado es más hiriente para la vista y el corazón.
Esta vez no iremos a Vivens, ni tampoco seguiremos la pista hacia el área recreativa. Esto es la Penya el Rot, por lo que avanzamos entre un pedregoso sendero cuesta arriba. Jodidos. Arrastrados. Superamos con penuria 100 mts de desnivel positivo por el borde un barranco. Con tobillos rotos y mentes preocupadas. Pero atisbamos el collado, y cerca de él, una preciosa senda que desciende por la ladera de enfrente. Sí. Te aseguramos que serás rotada. Otro día, en el que el destino nos acerque de nuevo a ti.
Ibi a nuestros pies. En 5 kilómetros descubrimos los daños del hombre en el monte y lo rápido que se baja lo subido. Un trazado imboso en toda regla. Inevitable salirse de la trazada principal por la cantidad de recorridos inconexos que hay. Yo mismo caigo en la duda. La misma que nos invade al borde de un nuevo sendero. Tinker quiere ir a lo fácil, y en un plis estamos en Ibi.
Sensación de querer más. Otro día. Este puente es altamente rotable. Risas. Ska. Tinker eres un crack.
Entradas
Tinker, eres el millÓ, recollÓ!!
ResponderEliminarVisentet, a migdia parlem...
Per cert, la crònica, immpecapla!
No te puede ni imaginar las energías que me dió tan suculenta rotada. Lo mismo que ahora siento al leer semejante crónica bbrbrrrrffff!!!!
ResponderEliminarme dan escalofríos solo con pensar en la siguiente. No pasan los días lo suficientemente rápido.
por cierto, me ha dicho tinker que con tal desmesurado nivel de despiporre, se apunta a las rotadas que hagan falta, y hasta a la marcha!!!!
RIBA, RIBA!!!!!
dile a Tinker, que si quiere apuntarse a la marcha intente pasar desapercibido entre los 500 bikers que se darán cita. Por el tema de las fotos, autógrafos y tal...
ResponderEliminarTinker no te ASUStes, estamos contigo. Date un BONTRAGER antes de la salida y adelante! eifjsSFFsdiajeZ53JfeisoSEf
ResponderEliminarCreo que estoy delirando. Me parece ver señales por todos los lados... Creo que en vez de ir al Media Markt, debería ir al psicólogo...
ResponderEliminar