- ROTEROS CONTRA EL FUEGO -
Sirva esta entrada para hacer patente el enorme dolor de corazón que tenemos los roteros acerca de los sucesos de este fin de semana en nuestros bosques. Sea al lado de tu casa, en la provincia, comunidad o cualquier lugar del mundo, ver cómo se pierden auténticos paraísos y pulmones verdes, dejando un paisaje negro y desolador, hace que la rabia, la impotencia y, sobre todo la tristeza, inunden tu corazón irremediablemente.
No voy a mencionar críticas a políticos, a sistemas corruptos, a auténticas mafias de oficina y desalmados sin conciencia que aún con los fuegos descontrolados aparecen con sus caras maquilladas de una tristeza tan falsa como sus intenciones, jurando y perjurando que van a aumentar los medios para prevención y extinción, después de meses antes haberlos recortado (cinco millones y mil brigadistas menos que en 2011 a la lucha contra los incencios forestales), y más viendo la primavera tan seca que teníamos y que hacía preveer un verano seco y duro. Eso sí, el gobierno sigue inyectando dinero en forma de ayudas y subvenciones a la tauromaquia y festejos taurinos populares. Gente habrá que apoye este tipo de prácticas, pero ni yo ni creo que ningún rotero está a favor, en primer lugar, de estas nefastas "tradiciones", y en segundo lugar, de que se destine dinero a ésto antes que al cuidado y vigilancia de nuestros bosques. Pero, como he dicho, mejor no mencionarlos para evitar hacer una entrada extensísima en la que acabaría poniéndome de más mala sangre o acabar diciendo algún comentario fuera de tono.
Al final las víctimas son quienes no tienen culpa. 50.000 hectáreas de bosque reducidas a ceniza y miles de animales muertos, huérfanos o sin hogar. Y todos salimos perdiendo. Y veo la foto que he encontrado intentando informarme sobre todo esto y que he colocado de portada de la entrada y se me rompe el alma. No es masoquismo ilustrado, es la triste realidad que no debemos ocultar y sobre la que nos debemos concienciar (y concienciar a quienes nos rodean).
Ahora tan sólo podemos esperar que los focos que aún quedan abiertos acaben siendo extinguidos lo más pronto posible y que el viento que ahora mismo sopla de levante facilite las labores de quienes luchan incansablemente día y noche. Las imprudencias no han de quedar impunes, pues sin un castigo ejemplar, se abre la "veda" para inconscientes y desalmados que puedan dañar lo que nos queda. Todos cometemos errores, pero hemos de ser responsables y consecuentes con aquello que hacemos, y más cuando puedes cometer un acto de terrorismo ecológico. Y más aún si se te ocurre quemar rastrojos cuando sabes que no puedes.
No voy a mencionar críticas a políticos, a sistemas corruptos, a auténticas mafias de oficina y desalmados sin conciencia que aún con los fuegos descontrolados aparecen con sus caras maquilladas de una tristeza tan falsa como sus intenciones, jurando y perjurando que van a aumentar los medios para prevención y extinción, después de meses antes haberlos recortado (cinco millones y mil brigadistas menos que en 2011 a la lucha contra los incencios forestales), y más viendo la primavera tan seca que teníamos y que hacía preveer un verano seco y duro. Eso sí, el gobierno sigue inyectando dinero en forma de ayudas y subvenciones a la tauromaquia y festejos taurinos populares. Gente habrá que apoye este tipo de prácticas, pero ni yo ni creo que ningún rotero está a favor, en primer lugar, de estas nefastas "tradiciones", y en segundo lugar, de que se destine dinero a ésto antes que al cuidado y vigilancia de nuestros bosques. Pero, como he dicho, mejor no mencionarlos para evitar hacer una entrada extensísima en la que acabaría poniéndome de más mala sangre o acabar diciendo algún comentario fuera de tono.
Al final las víctimas son quienes no tienen culpa. 50.000 hectáreas de bosque reducidas a ceniza y miles de animales muertos, huérfanos o sin hogar. Y todos salimos perdiendo. Y veo la foto que he encontrado intentando informarme sobre todo esto y que he colocado de portada de la entrada y se me rompe el alma. No es masoquismo ilustrado, es la triste realidad que no debemos ocultar y sobre la que nos debemos concienciar (y concienciar a quienes nos rodean).
Ahora tan sólo podemos esperar que los focos que aún quedan abiertos acaben siendo extinguidos lo más pronto posible y que el viento que ahora mismo sopla de levante facilite las labores de quienes luchan incansablemente día y noche. Las imprudencias no han de quedar impunes, pues sin un castigo ejemplar, se abre la "veda" para inconscientes y desalmados que puedan dañar lo que nos queda. Todos cometemos errores, pero hemos de ser responsables y consecuentes con aquello que hacemos, y más cuando puedes cometer un acto de terrorismo ecológico. Y más aún si se te ocurre quemar rastrojos cuando sabes que no puedes.
:-(
ResponderEliminarLa verdad es que es una verdadera lastima el tema!!!. Daba bastaste impresion el ver la niebla que habia conforme volviamos para Novelda, y saber que en vez de niebla, era el humo de los arboles que se estaban quemando.
ResponderEliminarEn cuanto a la ruta de este fin de semana, que decir, sin palabras!!!. Vaya ruta te has sacado de la manga, Pacolo!!!.
ResponderEliminarES MUY TRISTE...
ResponderEliminarUn autentico desastre, a este paso para montar en bici por algun bosque deberemos emigrar a cyalquier otro pais. Rabia impotencia
ResponderEliminarSnif.
ResponderEliminarPoco que añadir, ni que no hayamos comentado ya entre nosotros durante este fin de semana. Habrá que pensar que el fuego tiene más remedio que el hormigón, y que para nosotros un minuto de vida es una risa para la naturaleza. Cuando la hayamos palmado espero que los sucesores de esa cabra montesa se descojonen de la raza humana.
ResponderEliminarEs impresionante la foto, resume el dolor de lo sucedido.
Chapó por quienes han luchado contra el fuego, incluso dejándose la vida en ello.
Escalofriante la foto ...
ResponderEliminarLástima que anden sueltos todos esos personajes que con sus actos irresponsables inician estos incendios, aunque más triste es que existan los desalmados que los provocan, con conocimiento de causa, por cualquier tipo de interés ilegitimo, con las terribles consecuencias y peligros para quienes intentan su extinción. Ojala se pudieran extinguir, pero antes que sufrieran las consecuencias de sus actos en sus propias carnes.
En fin, no merecen más comentarios.
Un año más, nos lamentamos de lo mismo. QUE PENA.
Suscribo todo lo dicho... mucha pena e impotencia y lo peor esta por llegar, desgraciadamente esto no ha hecho mas que empezar... será muy duro, ya vereis.
ResponderEliminarUna auténtica desgracia.
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