23-M Y LA VIDA SIGUE!!!
Como buenos enfermos biciclomontañistas, necesitamos permanentemente nuestra dosis terapéutica de bici. A eso de las cinco y cuarto en los alrededores de la Tahona el calor ya es latente, el bullicio notable y los tacos de ruedas gordas roteras bien presentes. Bajo la sombrilla protectora, un compadre al que se le echa mucho en falta desde ya hace tiempo, nos da una muy mala noticia, a la que aún ahora no damos crédito y pensamos que de verdad, ojalá no sea del todo cierta. Estamos convencidos de que superarás esa dolencia física de ahora, Jose. Esto merece entrada aparte.
El caso es que tres gepetos nos montamos en la burra cariacontecidos por la circunstancia, y en el ambiente se nota un especial lastre en las ruedas. Además, semanas laborales duras parece que hayan pasado factura. Sin embargo, inevitablemente todo se va de la mente cuando empezamos a remontar la loma del Magre. Senderito clásico donde los haya, moneo bajando, dos perros y un dueño y llamada al cuarto de la tarde. A una jamelga verde-turquesa le sale de detrás de una mata un mamporrero. Menuda cagada el moco "mariposa" ése para verdura-garrula. La Mola aprieta pero no ahoga, y los cuatro juntos remontamos la Puerta de Mordor. Con su benevolente viento de levante y todo. Porteo breve, contraluces, una pared examinada a la que solamente le falta un parabolt para bajarla en bici, y al final: cima.
Bendita cima molera, antesala de dureza, técnica y salsa brava. De la que nos gusta. Se miran nuevas posibles opciones de bajales rebautizadas allá arriba como "Rock Shore". Jodo, qué clase! Arf arf. Preciosa visión ver al ganado bajando semejante crestería con las luces de la tarde. Reagrupamiento y a lío. Menudo lío! La Cantera, ni más ni menos. Poco que decir cuando te quedas ya KO en la primera curva cerrada, mientras oyes al resto ir gritando conforme van sorteando Zs, escalones, piedra suelta... y llegan abajo del tirón. Qué grandeza! El Totxika me ha oído con problemas y me espera en el rellano después de las dos Zs cerradas y seguidas. Se me acumula la faena y voy de cornetto en cornetto. Desde abajo del todo, Pepako me recuerda viejos fantasmas con una sola estrofa de canción y mientras el del Norte acaba la faena con el escalón final, el del Sur se da cuenta que no atina y monta el rápel dejando para otro día lo de llegar a casa "tó ponío de adrenalina".
Moneo por nueva senda con más cucurucho para alguno y final de fiesta por la Font dels Tres Amics y los partidores. Río y como mandan los cánones verdulerdos: birroncho con bravas, bocata y lo que se tercie mientras la noche cae y las conversaciones entorno a la terapéutica bici no paran. Mención especial para aquellas roteras que nos aguantan el monotema mientras apuramos el copazo.
A casa, que son las 22,30 de un lunes...
El caso es que tres gepetos nos montamos en la burra cariacontecidos por la circunstancia, y en el ambiente se nota un especial lastre en las ruedas. Además, semanas laborales duras parece que hayan pasado factura. Sin embargo, inevitablemente todo se va de la mente cuando empezamos a remontar la loma del Magre. Senderito clásico donde los haya, moneo bajando, dos perros y un dueño y llamada al cuarto de la tarde. A una jamelga verde-turquesa le sale de detrás de una mata un mamporrero. Menuda cagada el moco "mariposa" ése para verdura-garrula. La Mola aprieta pero no ahoga, y los cuatro juntos remontamos la Puerta de Mordor. Con su benevolente viento de levante y todo. Porteo breve, contraluces, una pared examinada a la que solamente le falta un parabolt para bajarla en bici, y al final: cima.
Bendita cima molera, antesala de dureza, técnica y salsa brava. De la que nos gusta. Se miran nuevas posibles opciones de bajales rebautizadas allá arriba como "Rock Shore". Jodo, qué clase! Arf arf. Preciosa visión ver al ganado bajando semejante crestería con las luces de la tarde. Reagrupamiento y a lío. Menudo lío! La Cantera, ni más ni menos. Poco que decir cuando te quedas ya KO en la primera curva cerrada, mientras oyes al resto ir gritando conforme van sorteando Zs, escalones, piedra suelta... y llegan abajo del tirón. Qué grandeza! El Totxika me ha oído con problemas y me espera en el rellano después de las dos Zs cerradas y seguidas. Se me acumula la faena y voy de cornetto en cornetto. Desde abajo del todo, Pepako me recuerda viejos fantasmas con una sola estrofa de canción y mientras el del Norte acaba la faena con el escalón final, el del Sur se da cuenta que no atina y monta el rápel dejando para otro día lo de llegar a casa "tó ponío de adrenalina".
Moneo por nueva senda con más cucurucho para alguno y final de fiesta por la Font dels Tres Amics y los partidores. Río y como mandan los cánones verdulerdos: birroncho con bravas, bocata y lo que se tercie mientras la noche cae y las conversaciones entorno a la terapéutica bici no paran. Mención especial para aquellas roteras que nos aguantan el monotema mientras apuramos el copazo.
A casa, que son las 22,30 de un lunes...
Lástima el no haber podido acudir al evento completo. Pero bueno, por lo menos, he ido a la última parte, je, je, je.....
ResponderEliminarBuena crónica!!!.
Por cierto, que le ha pasado a Jose (Chorbi)?. Si se puede saber, claro esta.
Buena crónica, secre.
ResponderEliminarJosé, MUCHÍSIMOS ÁNIMOS. Yo también me quedé de piedra cuando me lo contaste. Si puedes, intenta ponerte en manos de expertos para tener una segunda opinión, y como te dije el domingo, nos tienes para lo que haga falta. He de decirte que me alivió mucho oír que alguna rotadita sí que harías. Espero de todo corazón que mejores.
Un abrazote!
Qué retrospectiva más buena, Secre.
ResponderEliminarAbrazos roteros a raudales para Jose. Tírale, que no tiene ná.