PLANTANDO A UN CACHIVACHE.
El otro día navegando por uno de esos blogs de bicis y montaña imprescindibles en todo biker “espiritualmente sensible” que se precie, encontré una frase que no ha hecho sino añadir más fuego a la pequeña hoguera que viene quemando desde hace mucho, mis múltiples elucubraciones mentales en torno a esto de las ruedas de 2,5. Sip, algo animalicos sí que somos.
Esa frase decía mucho en pocas palabras. Lapidaria, casi sentenciadora, calificaba sutilmente y casi de soslayo, a este grupo de proscritos chalaos del mtb como orgullosos NO porteadores de cuentakilómetros en sus manillares. Lo que puede parecer algo banal y sin importancia en esta época de megahorquillotes con compresión en alta, baja y si me apuras hasta media y media-entera velocidad; resulta claramente esclarecedor a la hora de ver cómo se entiende la bici.
En el clan rotero tenemos claro que entendemos el biciclismo montañés de una manera digamos diferente a la aplastante mayoría de nuestros congéneres. No nos jactamos de ello. Seguramente seremos más cenutrios que los demás, pero claro está que salimos al monte a algo más que a devorar caminos y echarnos al lomo kilometradas con el simple objetivo de poner a tono el físico y “quemar” subiendo a un supuesto compañero. Ni siquiera nos motiva mirar esa hierática pantallita que te indica que supuestamente te has endiñado 80 kilómetros parando solamente a soltar el pixorro durante 35 segundos, y a zamparte una riquísima pero tísica barrita energética, que sabe a frambuesa pero lleva de todo menos fruta pirenaica.
Tampoco nos motiva subir en vehículo hasta un collado como si fuéramos ganado trashumante venido a menos, aunque venga después la madre de todas las bajadas. Las pistas anchas y lisas nos dinamitan la moral, las lycras nos aprietan los renacuajos con cola y no queremos parecer aerodinámicos teniendo lorzas intempestivas bajo la camiseta, y las conversaciones no llegan a entrecortarse en la subida casi nunca, motivadas por el xino-xano que a todo aquel que lo prueba, capta sectariamente.
Por eso vengo planteándome desde hace tiempo, el porqué de ese aparatejo en mi manillar parecido al del Piraña.
Qué sentido tiene llegar a casa sabiendo la media exacta de una rotada, habiendo parado casi el mismo tiempo que he pedaleado observando paisaje, reparando una rueda, zampándome un bocata o riéndome un rato entre colegas…
Qué sentido tiene saber la velocidad máxima alcanzada en un enlace asfáltico, si donde más he disfrutado ha sido en ese paso rocoso en el que te frenas por completo, y bandeas el manillar para soltarlo luego impulsándote con los riñones hacia abajo, mientras te ayudas de una pedalada en falso para superarlo…
Qué sentido tiene saber los kilómetros totales de hoy, si las endorfinas me absorben al descansar por la tarde, y al cerrar los ojos miles de pinos y carrascas, de senderos de palmo y medio se agolpan en mi cabeza…
Qué sentido tiene saber los kilómetros totales que he hecho en la vida de una mísera pila de botón, si para mi siempre serán insuficientes para saciar mi sed de monte y amigos…
Desde hace un mes, mi bici continúa feamente adornada de este artilugio aunque no tenga pila en el emisor, por la única y más severa de las condiciones que aún me impiden fundirme del todo con el monte y este deporte: la hora de llegada a casa.
Siguiendo mis instintos filosofales he decidido cortar por lo sano y despejar el cuadro de mandos de mi bici. Seguiré sin usar GPS y seguiré arriesgando al personal metiéndolo en enfrascadas profundas tirando de mapa, mirando la hora en mi móvil aunque me acompañe al monte solo por posibles urgencias pues no es más que un motivo de incordio, y admirando profundamente a compañeros roteros y anónimos que decidieron un buen día, salir al monte a dar pedales, sin medir matemáticamente las rotadas en kilometrajes, medias y máximas, que no son más que meros números que pasan por alto risas, alegrías, bosques, picos y barrancos… motivo por el cual, aún sigo madrugando cada mañana de sábado.
Esa frase decía mucho en pocas palabras. Lapidaria, casi sentenciadora, calificaba sutilmente y casi de soslayo, a este grupo de proscritos chalaos del mtb como orgullosos NO porteadores de cuentakilómetros en sus manillares. Lo que puede parecer algo banal y sin importancia en esta época de megahorquillotes con compresión en alta, baja y si me apuras hasta media y media-entera velocidad; resulta claramente esclarecedor a la hora de ver cómo se entiende la bici.
En el clan rotero tenemos claro que entendemos el biciclismo montañés de una manera digamos diferente a la aplastante mayoría de nuestros congéneres. No nos jactamos de ello. Seguramente seremos más cenutrios que los demás, pero claro está que salimos al monte a algo más que a devorar caminos y echarnos al lomo kilometradas con el simple objetivo de poner a tono el físico y “quemar” subiendo a un supuesto compañero. Ni siquiera nos motiva mirar esa hierática pantallita que te indica que supuestamente te has endiñado 80 kilómetros parando solamente a soltar el pixorro durante 35 segundos, y a zamparte una riquísima pero tísica barrita energética, que sabe a frambuesa pero lleva de todo menos fruta pirenaica.
Tampoco nos motiva subir en vehículo hasta un collado como si fuéramos ganado trashumante venido a menos, aunque venga después la madre de todas las bajadas. Las pistas anchas y lisas nos dinamitan la moral, las lycras nos aprietan los renacuajos con cola y no queremos parecer aerodinámicos teniendo lorzas intempestivas bajo la camiseta, y las conversaciones no llegan a entrecortarse en la subida casi nunca, motivadas por el xino-xano que a todo aquel que lo prueba, capta sectariamente.
Por eso vengo planteándome desde hace tiempo, el porqué de ese aparatejo en mi manillar parecido al del Piraña.
Qué sentido tiene llegar a casa sabiendo la media exacta de una rotada, habiendo parado casi el mismo tiempo que he pedaleado observando paisaje, reparando una rueda, zampándome un bocata o riéndome un rato entre colegas…
Qué sentido tiene saber la velocidad máxima alcanzada en un enlace asfáltico, si donde más he disfrutado ha sido en ese paso rocoso en el que te frenas por completo, y bandeas el manillar para soltarlo luego impulsándote con los riñones hacia abajo, mientras te ayudas de una pedalada en falso para superarlo…
Qué sentido tiene saber los kilómetros totales de hoy, si las endorfinas me absorben al descansar por la tarde, y al cerrar los ojos miles de pinos y carrascas, de senderos de palmo y medio se agolpan en mi cabeza…
Qué sentido tiene saber los kilómetros totales que he hecho en la vida de una mísera pila de botón, si para mi siempre serán insuficientes para saciar mi sed de monte y amigos…
Desde hace un mes, mi bici continúa feamente adornada de este artilugio aunque no tenga pila en el emisor, por la única y más severa de las condiciones que aún me impiden fundirme del todo con el monte y este deporte: la hora de llegada a casa.
Siguiendo mis instintos filosofales he decidido cortar por lo sano y despejar el cuadro de mandos de mi bici. Seguiré sin usar GPS y seguiré arriesgando al personal metiéndolo en enfrascadas profundas tirando de mapa, mirando la hora en mi móvil aunque me acompañe al monte solo por posibles urgencias pues no es más que un motivo de incordio, y admirando profundamente a compañeros roteros y anónimos que decidieron un buen día, salir al monte a dar pedales, sin medir matemáticamente las rotadas en kilometrajes, medias y máximas, que no son más que meros números que pasan por alto risas, alegrías, bosques, picos y barrancos… motivo por el cual, aún sigo madrugando cada mañana de sábado.
Andaba precisamente yo el otro día pensando en este tema, ya que hace casi medio año que me quedé sin pila en el pulsómetro y no lo he echado de menos en las rotadas. Sigue sin pila.
ResponderEliminarOtra prueba más que palpable la tienes pinchando en el apartado de DESNIVELES. Mira a ver el tiempo que hace que no metemos datos estadísticos de rotadas... Hace falta que entre una chacha con plumero a quitar las telarañas de ese apartado...
Eso sí, de vez en cuando, en rotadas nuevas, el GPS sí creo que es conveniente llevarlo para enriquecer nuestro archivo rotero de rutas que hemos disfrutado.
Pienso igual que tú, cosí. Buena divaganda!. ;)
Bueno, la divagación está llena de matices. No es algo que deba ser alusivo al grupo, sino algo mucho, muchísimo más personal. Ya ves, uno que se aburre... jeje
ResponderEliminarEl cuenta sirve para salidas en solitario, para medir sendas nuevas, rotadas posibles, medir tiempos y calcularlas para el grupo... quizá me haga una cuartilla de rutas, en algunas nuevas lo ponga, quizá lo mantenga, quizá me olvide, lo que me planteo es sacar algo cuya función básica finalmente se torna obsesiva. Hoy, entiendo este juego de otra manera. O quizá no. Quizá, quizá...
Pajas mentales de uno. No más.
Ves? a la vez que digo esto hecho de menos actividad en desniveles, a lo cual no puedo decir nada porque no puedo exigir que se cuelgue algo extraído de un cachivache que no tengo ni me gusta en el fondo.
La vida no es blanco o negro, pero a veces, uno se fija en cosas sin importancia.
Pajillas mentales rulZ!
ResponderEliminar:D :D
Pues aquí el menda, hace tiempo que encontró el imán mal colocado, fruto de un tomillo gordo, creo que de la última arruisendada, y ni me había dado cuenta que no marcaba.
ResponderEliminarY encima, hace meses que el apartado Rutas, "al cual daba de mamar en sus primeros pasos", no tiene noticas mías...
En fin, voy a añadir el cuenta km a la sección compra-venta....
juas juas
ResponderEliminarQue hay cuenta kilometros para bicicletas?
ResponderEliminarPues resulta que la hectik está apunto de su primer aniversario y la semana pasada le puse por primera vez el cuenta kilometros y vamos que me habrá contado como unos 20km. y ya no marca, yo creo que no quiere que le ponga ningún cachivache. jejejjee así que me guiaré con el fore-runner del Juanako.....juas, juas ( modo on: subiendome las gafas con el dedo indice, modo off...jejejjejeje)
ResponderEliminarA mi me da k lo k kereis todos es aligerar la burra pa subir mas rapido:)
ResponderEliminaryo lo comprendo. ya que hubo un tiempo en el que cargaba con pulsometros y cuentakilometros
ResponderEliminardesde hace tiempo mido las pulsaciones por el palpitar en mis oidos y los kms por el dolor en las piernas.
eso si, el gps que si no me pierdo por el rio jeje
Totxa, qué razón llevan tus palabras.
ResponderEliminarAtajo de ralimanes!!
Juas!
Acabo de pesar las bridas: 5 gramos cada una!!! pero lo malo no es éso, lo malo es...
ResponderEliminarque llevo tres!!!!
aggghhhh por eso subo mal!!!!
Pero pol Dios, no abandonéis la sección Rutas... con lo que mola pinchar y ver abrirse el GE!!!
ResponderEliminarTotxika, ya te lo explicaré en las clases magistrales de informática del año que viene.
Pepe, he arreglado el baúl dels arretrancos de la bici, y me he encontrado con la bolsa del camel que me dajaste hace mil años. Te lo devolveré. ;)
ResponderEliminarSi os apetece echar un ojo a ésto
ResponderEliminarHay que intentar maquinar hacer alguna travesía así todos juntos.
Tegno unas ganas enormes de alta montaña, por eso mi empecinamiento en subir por Serrella. Creo que no os apetece demasiado, pero el miércoles seguramente me subiré para arrib y me llevo la Yeti. Prometo investigar todo lo que pueda y sacar las fotos suficientes como para que os entren ganas de ir. Y si alguien quiere, que me lo diga. Estaré del 19 al 30 por las Highlands. Tengo muuuuchas ganas!!!!
Pues yo este finde no puedo, pero si lo que falta es la fecha, ahí va: el sabado 22 épica por Serrella así que ahora tú prepara la ruta que yo sí voy. Un saludo.
ResponderEliminarSecre, ya sabes que si te embarcas en una locura de alta montaña, aquí hay uno que se apunta encantao de la vida. Incluso estuve mirando para comentarte la posibilidad de hacer vivac (tiene que ser un pasote hacer eso enmedio del monte, echándose en el suelo y viendo ÉSTO), con ÉSTO que me quiero agenciar. Eso sí, si la hacéis el finde del 21 al 23, ya me la contaréis, pq servidora no puede.
ResponderEliminarHay múltiples opciones, y ningún problema en repetir dos findes, jejej
ResponderEliminarPos ala, la del vivac pal finde del 28 al 30, jejejjejeje.
ResponderEliminarPues Jose no es mala idea. Te cuento, en Xortà, que es la prolongación de Serrella hacia el mar, arriba del todo a casi 1200 mts hay un refugio con las puertas abiertas para vivaquear. Me imagino una noche allá arriba y la bajada brutal por senda a la mañana siguiente y... gmmmffffffff :D
ResponderEliminarDiooooooos!! Vivaqueemos pues!! Desde hace muuuucho tiempo tengo ganas de hacer un vivac, pero eso sí, con el cachibache ese que te he puesto, pq en una pateancia nocturna a la Silla del Cid que hice hace dos años, se me paseó por la pierna una escolopendra y no quiero ni imaginarla dentro del saco....
ResponderEliminarVi-vac, polfa-ból!!!
ResponderEliminarYa te digo ¡¡el puto Reino de los Cielos!!
ResponderEliminarMe acuesto encendíooooooooooooooo :D
Buenooooooooooooooooooo!!!!! Mmmmmfff!!
ResponderEliminarY me levanto igual :D
ResponderEliminarVaya nochecita.... Pegant voltetes al llit i en el cap en Serrella... Ainx!
ResponderEliminarBon dia a tothom.
Desafio Extremo By Rot "DEBR" las mismas letras lo dicen...deber de hacerlo pues!!!
ResponderEliminaryeah!
ResponderEliminarBuenos dias!!!.
ResponderEliminarNo esta mala la divagacion, pero quiza en algunos aspectos (por lo menos por mi parte) habria que poner matices.
En cuanto a lo de la epica por Serrella, pues yo hasta el fin de semana del 29-30 casi seguro que ya no vuelvo a catar la burrica. Asi es que ya ire viendo fotos.
P.D.: Mira que os gusta spamear...., juas, juas, juas....