Es posible que os preguntéis qué pinta éste vídeo en el blog si no sale ninguna bici ni ningún tipejo haciendo el loco o bajando por una trialera brutal. Tenéis parte de razón. Pero lo cierto es que le veo que guarda cierta similitud a lo que hacemos nosotros, pero no en en el riesgo ni en la forma (no me malinterpretéis), sino en el propósito final. Además, lo he visto y me he quedado tan asombrado que he querido compartirlo con vosotros. Y es que se trata de buscar sensaciones, adrenalina, diversión, libertad..., y todo ello en el monte (en la gran mayoría de las ocasiones). De una o de otra manera, y ayudado en nuestro caso por una bici y en el suyo por paracaídas y trajes especiales, consiguen esa sensación de libertad que te invade cuando respiras el aire puro del monte y te encuentras haciendo algo que te hace sentirte vivo. Si no fuera por el extremo riesgo que implica practicarlo, la experiencia que hay que tener, y la poca cabeza, tendría muchos más adeptos.

Se trata del considerado deporte de riesgo extremo más fuerte: el salto B.A.S.E. Consiste en saltar desde un punto fijo (no desde avión como en el paracaidismo), que normalmente es la cima de una montaña, equipado con un paracaídas y un traje especial que forma una especie de membranas que une los brazos y las piernas. Aprovechando las corrientes se consigue planear e incluso ascender, y lo realmente impresionante es que pasan cerca de la roca, llegando incluso a rozarla en ocasiones. Visto desde lejos son lo más parecido a un pájaro. Es realmente increíble verlos bajar. Pero mejor que leer mis descripciones, es ver éste pequeño documental: