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lunes, 5 de mayo de 2008

AL FINAL DEL MEDITERRÁNEO, DONDE SE ESCONDEN LAS TRIALERAS.

Es uno de esos días en los que el madrugón sienta mejor. Son las siete de la mañana y hablo por teléfono en voz baja con Ruben Kona para no despertar a la familia. En un tris enfilo hacia los llanos del litoral desde la imponente montaña alicantina, que poco a poco se despereza para ofrecernos un nuevo día de mtb. Reagrupamiento rotero cerca de Benidorm tras jularme casi 500 calorías de bollería industrial mientras esperaba. El CD de Fito se acaba justo cuando dejamos la autopista y empezamos a entrar en materia. Pero claro, para bajar del coche con risas primero tienes que perderte, y eso es lo que hicimos nosotros tras seguir las indicaciones del GPS de Juan que a ritmo de voz femenina extraída de un bingo, nos hace llegar al destino entre caminos de naranjales. ¿Pero con esto del pelotazo urbanístico no había más urbanizaciones que campos de cultivo?



Tres, dos, uno...

Sorprendemos al mar Mediterráneo en el momento en que parece que acaban de montar la playa, para que las hordas tuneadas con cien mil litros de crema solar le hagan desaparecer todo el encanto que a estas horas tiene. Llamadas varias para ubicarnos, y al poco andamos bebiéndonos cafeínas varias en dos tragos en el restaurante del bueno de Martin, austrialopitecus afincado en la terreta. Me asomo afuera y veo que somos un buen grupete de foreros dispuestos a pasarlo bien. El sábado nos trae nuevos conocidos y reencuentros agradables con quienes ya hemos tenido la suerte de compartir rotada: Wokomolo, Ruben Kona y Yetirider13.

Salimos de Xàbia por sendero que pronto se torna en asfalto entre mansiones rodeadas de pinar. Se intuye el mar. Se huele, se masca entre la neblina matinal. Alcanzamos la Creu del Portitxol con una sonora hostia del compañero Berenguelo que se levanta aturdido. Es su “despedida” y tenemos ganas de que se vaya para Al-Andalus con buen sabor de boca, pero no con gusto a tierra, así que tras ver que no ha ido a más. Sacamos unas fotos del impresionante balcón que se abre ante nosotros con la Illa del Portitxol repleta de gaviotas y unos acantilados que parecen desplomarse sobre el mar, para enfilar después por divertido sendero de 1 km hacia la Playa de la Barraca. El lugar resulta encantador por las casetas y las barcas marineras de la orilla. Calma agradable, primera toma de contacto con el terreno, y nunca mejor dicho.

Se acaba lo bueno y empieza parte de la penitencia por haber llegado al nivel del mar. Ahora toca subir unos rampones alquitranados de ésos que tanto les gustas a nuestra mercedes. Es lo que hay, así que libro de filosofía tema 1. La gente nos espera al Bere y a mi, que parecemos aletargados por la hostia uno, y por las pedazo chozas que hay, otro. El asfalto se alarga entre carreterillas que nutren de piso firme a los coches de millonarios. “Si coges y le das la vuelta hacia abajo al Término de Xàbia, empiezan a caer euros como churros”, musita alguien mientras enfilamos una subida pedregosa entre montes limpios de cemento. Estamos cerca de la Granadella, pero torcemos el rumbo hacia Costa Nova y les Cansalades, que nos va sorprender y a engrandecer el corazón por sus senderos lisos entre un bosque mediterráneo de esos que huele a pino de verdad, y no como los ambientadores de coche. Llegamos a un tramo empinado y guapo. Nos calzamos las protecciones, que ya no nos abandonarán en los próximos 35 kms. Chinochen nos advierte, oímos a Ruben mencionar las palabras malditas “bajada chunga”. Nos miramos el Bere, Josetres y yo: “si Ruben dice eso, mal rollo”.

Pin, pan, pun, y el Bere con su ibuprofeno surtiendo efecto se casca una de sus bajadas trialsineras para sacarse el sombrero. Cómo te vamos a echar de menos!. La bajadita es disfrutona, y Josele nos obsequia con un salto maderero guapo. Seguimos el borde del pinar y nos adentramos en la soledad del bosque. Los gritos de la tropa rotera, que cierra el pelotón, no se hacen esperar. En uno de los tramos, que quedará grabado en nuestra memoria, Zambu, Juanako, Josele, Bere y un servidor, lo flipamos porque no le cabe más verde al ambiente y pedaleamos por un sendero llano que se convierte en un auténtico orgasmo roteril. Qué lejos quedan nuestros secarrales…

El anfitrión descabalga su Yeti para ofrecernos un parque urbano con su basura y todo, con la de monte que acabamos de cruzar!. El desparrame rotero-gastronómico no se hace esperar, pero me siento un poco mico en su jaula. “¿Vosotros no coméis nada?”, digo, pues será que no, porque hay de él que no lleva ni agua. El caso es que sin bocata uno no funciona, y el que llevo hoy pesa como medio kilo y me cuesta comérmelo, así que visto lo visto los que tienen prisa se van delante. Veo con pena como Wokomolo se me pierde de vista. Ruben, Martin y Unpiñomás se quedan con nosotros.

Sudor y piedras.

Salimos de los bosques para llegar a la carretera que une Xàbia con Benitatxell. Giro a la derecha por el Club de Golf y el Bere se suelta un prodigioso “palo 4!! Dale con el palo 4, ni te lo pienses!!”, que deja estupefactos a los cuatro guirufos jubilados que nos miran asombrados, no sé si por el tremendo vozarrón del moreno, o porque no existe el palo 4 en golf. ¿O será que no entienden el castellano? Será…

Unpiñomás, nativo él, comenta que empieza el calvario. El calor aprieta, las aliagas pinchan, el sendero se retuerce entre un pinar joven. En fila de uno alcanzamos un rellano que trae consigo una bajada breve pero guapa, con sus saltitos y todo. Asfalto y calor intenso no son los ingredientes ideales para pasarlo bien, pero es lo que hay y cuanto antes se pase mejor. Subimos, y subimos ganando altura sobre el Tossal Gros. Los gritos de “aúpa!” se suceden, la subida se va llevando bien y al girar a levante incluso se nota la brisa marina. Nuestra visión se engrandece con el escenario que nos envuelve: Bérnia, Penyal d’Ifac, Vall de Laguart, Montgó, Cap de la Nau… seguimos subiendo junto a una manada de toros por un camino de gravilla. Alcanzamos la cima cuando recibimos la noticia de que un alcoyano se ha perdido con el grupo delantero. Venga, que viene terreno guapo: la trialera dels Bous, de los toros vaya. Senda rota, tramos de lapiaz calcáreo, monte bajo, matorral que araña, loma a ras, Dios qué guapo, derrapo y se me va, me ceden paso, “a por esos cabrones que se me escapan”, no puedo, curva, pedroso, jahiiivvvvvaaaaaaa, buf qué dolor de manos, “paro a descansar?”, ni de coña, sigue, sigue, jaaaiiivvvvaaaaaaa. Qué silvestre me siento, el último hostión por el Xorret de Catí no ha minado mi moral, nos reagrupamos, vuelvo la vista atrás y no veo ni rastro de por dónde carajo hemos bajado de tanto matorral que hay.

Dos cabecitas se asoman por encima de la loma mientras dos siluetas más bajan esquivando bolos. El último llega haciendo senderismo mientras los demás comentamos la jugada. Lo mejor de todo es que aún queda más y en nuestras mentes resuella la palabra “la roca”. Acojonados estamos de tanto que se ha mencionado hoy, le tenemos ganas al paso pero a la vez respeto. El caso es que tras un grito adrenalítico alguien me cuenta que ya la hemos bajado. Quienes no se deciden a hacerlo, se quedan en su borde atemorizados ante tanta cámara de fotos que apunta hacia ellos buscando inmortalizar el momento. “¿Saco foto o grabo?”. La roca se queda ahí de nuevo hasta otro día y seguimos trialera abajo hasta llegar al lecho del río Gorgos.

El colofón final.

Sendas p’arriba y p’abajo, no sé qué de un tío con escopeta y calor. La firgen qué calor!. Las hostias han pasado factura y nos volvemos a dividir en dos: lisiados totales y tullidos. Llevamos unos 35 kms y ganas de más piedra, que un madrugón bien lo vale. De Xàbia pueblo salimos por unas escaleras ante la atónita mirada de quienes esperan el autobús urbano. Las protecciones parecen ya una calcamonía en el cuerpo, el agua escasea y solamente con ver lo que hay que subir, incrementa la leyenda de la última trialera que nos espera. Zig zags, chaletazos, alemanes, alemanas… senda a la derecha y más zig zags. Pie a tierra y los últimos metros a tirar de manillar. Brisa, unas vistas de la bahía impresionantes, cambiamos rumbo y atravesamos la zona de les Planes en pleno Parque Natural del Montgó. Nos asomamos a un mirador tras comprobar que la fuente no tiene agua y la mascletà que acaban de pegar en el pueblo ha sido de las de subir a hombros al maestro pirotécnico. Visita al faro del Cabo de la Nao, porción más oriental de la terreta, veleros por doquier y pelos de punta al ver el sendero trialeroso que nos va a dejar en los mismos brazos de Xàbia. Ahí-va-la-hostia! Se santiguan los creyentes y enfilamos el primer tramo de trialera, pido paso a dos amables señores de mofletes sonrosados que me gritan “crazy! crazy!”, y yo en mi inglés de instituto les respondo “juas! juas!”. Voy petadísimo, soy una sombra del tío que llegó en coche a la playa del Arenal hace tan sólo unas horas, el camel sin rastro de los tres litros de agua que llevaba, el pulso me tiembla del hambre, pero voy lanzado. El sendero se adentra en un barranco que baja directo al mar. A tramos atraviesa un bosque en el cual tienes que quitarte las gafas porque la oscuridad es casi absoluta, las piedras dan paso a un tramo liso que encubre escalones de los de tirar de manillar. Fotazas. Martin nos dice que el arroz lo sirven a las tres en punto, pero es que no podemos dejar de sacar fotos. Hacía tiempo que no parábamos a mitad de bajada para fotear al personal. Seguimos por los pedrolos, curvas, hostia con golpe severo en la rodilla derecha, el mar allá abajo, paso de losa con Zs pronunciadas, Josetres viene embalado y se la casca enterita ante la mirada de dos guiris más. “Sip, está crazy perdido el pobre”, les digo y enfilo hacia abajo mientras Martin me sale entre los matorrales cagándose en la madre que parió a no sé quién, en perfecto acento austrohúngaro. “Qué bajadón, qué bajadón!” repetimos, mientras atisbamos el final de la trialera que llega al puerto de Xàbia a través de unos escalones como colofón final. Miradas de excitación mientras adivinamos por dónde hemos bajado. Impresionante. Y si grandiosa fue la bajada, triunfal fue nuestro paseo hasta el restaurante, creo recordar que la gente se agolpaba en las terrazas a aplaudirnos, las turistas nos pedían autógrafos, al Zambullo le pedían sus protecciones como recuerdo, nos sacaban fotos… o puede que todo fuese fruto de mi imaginación producida por el hambre, ya que unos instantes después, me encontraba volviendo a la vida frente a un tanque de cerveza, comprobando que los austríacos también saben hacer buenas paellas, y la gente me sortea, fruto del profundo aroma desprendido por quien acaba de librar a lomos de su bici, una dura batalla a orillas del viejo mediterráneo.

14 comentarios:

  1. Buena cronica, excepto que mi GPS no nos perdio (me hubiera gustado a mi ver como hubieramos llegado y cuando si no hubiera sido por el).

    Y en cuanto a lo del senderista en la Trialera dels Bous, pues era yo logicamente. Que se le va a hacer.....

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  2. Qué bien Juan, da gusto ver que te quedas con lo principal, juas juas, ainssss

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  3. Qué buena crónica, secre. Llevaba todo el día deseando leerla. En tu onda.

    P.D.: descojone con lo del paseo triunfal con fotos, autógrafos y la gente pidiendo las protecciones del Zambu. Yo tb lo ví (o era el hambre?). :D

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  4. Ah! Y, por cierto, la fotaza es ESPECTACULAR. Me encanta!.

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  5. Si te das cuenta Vicente, lo primero que he puesto ha sido que "muy buena cronica", y luego he puesto mi coletilla. :)

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  6. esa rotada bien merece otro revolcón!!!

    Os voy a echar de menos cebrones.( Aunque con estas crónicas es como si lo vivieras, no?)

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  7. Te vamos a meter un palo, y no vamos a pedir rescate por ti, que lo sepas.
    Kagüen Beresh, que no me hago a la idea...
    No pierdas este hilo, anda, que si no vamos a tener que ir p'abajo a meterte dos cepas por capullo. ;)
    Te lo digo porque te cuesta mucho soltar prenda.

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  8. Yo siempre he sido muy callao, lo que pasa es que cuando rajo, lo hago a lo grande, jejejeje

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  9. Bon dia rots!!!

    552? this evening ? secre ? telefonáme y quedamos que me voy pa la capi a mover peipers.

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  10. Bon día
    Ojalá pudiera hacer esta tarde la 552 juntos antes de que regreses al Sur, qué día regresas?

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  11. Zambu parece que estés hablando de un bando de avutardas... juas juas

    Beresh, te llamo más tarde.

    Pep, qué tal?

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  12. Buenos dias!!!!

    Bere, para cuando has dicho que te vas?. Dilo y quedamos una tarde los que puedan para tomarnos un cafetillo.

    Y como dice Vicente, dispara mas, que no sueltas ni prenda.

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  13. Muy buena cronica,Vicente.Me ha hecho adentrarme en lo mas profundo de JAVEA e incluso en un momento me creia que estaba alli con vosotros.Me roto,esque me roto vivo.

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