MI PRIMERA BICI
Para todas las personas en general, reencontrarse a la edad de 35 años con la que fue su primera bici, es algo muy gratificante sentimentalmente, y si además eres o te sientes ciclista, resulta absolutamente toda una experiencia, muy especial por supuesto.
Eso me ha pasado a mi hoy, en una tarde de verano de "horta". Apoyada en aquel viejo limonero, que podría contar mil y una historias de infancia y juventud, se encontraba esta viejísima primera bici, que lo fue no sólo para mi, sino también para toda una recua de primos mayores que yo, que le hicieron su buen rodaje mientras se la iban pasando conforme avanzaban en años. No muchos, la verdad, pues esa Bultaco de cuadrito azul y transportín y pipa blancas, estaba predestinada para niños de muy corta edad. La misma que tienen ahora mi hija y mi sobrino, y a los que la Bultaco parece esperar, ansiosa por seguir con su historia particular.
Recuerdo matices de aquellos días, y tengo la suerte de recordar mis primeras pedaladas en solitario. Lo suyo les costó a mis padres, pues aquel niño de 5 ó 6 años era extremadamente miedoso, y soltarme no debió resultarles tarea fácil.
Era por la tarde, daba pedales sin los ruedines, pero ya llevaba unos días avanzando con la figura encorvada por ir aguantándome del transportín, de mi padre primero y mi madre después... hasta que en un momento dado, de repente oí la voz de mi madre que me sonaba lejana, y emocionada me gritaba "si estàs anant tu soletes!!!".
Era por la tarde, daba pedales sin los ruedines, pero ya llevaba unos días avanzando con la figura encorvada por ir aguantándome del transportín, de mi padre primero y mi madre después... hasta que en un momento dado, de repente oí la voz de mi madre que me sonaba lejana, y emocionada me gritaba "si estàs anant tu soletes!!!".
Así es como lo recuerdo. Pocos apostarían, incluido yo mismo, porque aquel niño experimentase todo lo que he podido experimentar con las 7 bicis que he tenido a lo largo de mi vida. Así que a la constancia de quienes me dejaron marchar sin ruedines, y a esta vieja pero preciosa Bultaco, les doy las gracias, hoy, en una tarde-noche de principios de verano... extremadamente gratificante, y muy especial, por supuesto.
Entradas
Me ha ENCANTADO esta entrada. Porque yo también he visto esa bici, porque me has hecho recordar nuestra infancia y porque cuando has hablado de tu padre me he emocionado.
ResponderEliminarGrandísima entrada. Subidón de caché para este maltrecho blog!
Y tú a mi ahora. ;)
ResponderEliminarOtro que le ha encantado, ya me has hecho ponerme sentimental, mi GAC, el campo de mis abuelos, mis padres enseñando.... Al poco ya me tiraba por escaleras y no veas como sonaba a hierraco eso... Luego vinieron ventisiete bicis. Que no! Jaja qee antes era normal....
ResponderEliminarAhora soy yo el quw emseño a mi hijo... Nos hacemos mayores!!
Muy buena lectura para empezar el dia, grasies!
Cierto, de los 20 a casi los 40, todo se acelera...
EliminarENORME entrada Vicent y preciosa bultaco!!!
ResponderEliminarGracias Zam!!
Eliminarvicente muy buena entrada,cuando quieras la ponemos a punto.
ResponderEliminarJajaja
EliminarYa tengo adsl en Santa Pola.
ResponderEliminarBrutal entrada Secre.
Muy emotiva, y además, estoy seguro que despierta en cada uno de nosotros, los recuerdos de la "bultaco particular" de cada uno.
En mi caso fue una BH, estéticamente muy parecida a la protagonista de esta entrada, que cuando me llegó por turno, mis hermanos mayores se habían dedicado a "aligerar o edurerear (o algo parecido)", sacándole guarabarros, trasportín, cubrecadenas, y todo aquello que fuera inutil para hacer el burro en los bancales colindantes de "l'horta dels meus pares".
Sin duda GRAN RECUERDO.
Pues a esa BHAlted hay que entrevistarla!!! Jejeje
EliminarLa mia tambien fue una BH azul.
ResponderEliminarGran divagacion y a la vez, emotiva por todos los recuerdos que contrae!!!!
mi Bh california, que tardes de verano ....bindita infancia
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