A TRAVÉS DEL BENICADELL: MINICRÓNICA ROTERA.
Todos pensamos que el Benicadell de ayer, no parecía el mismo que el de aquel "lejano" verano del 2010. En aquella ocasión, que no fue sino la primera de las muchas visitas que se esperan por aquella sierra, el calor de mediados de julio nos lo puso duro, y los troncos caídos en la bajada desde el pico, fruto de las nevadas tan fuertes del invierno anterior, no permitieron un ritmo demasiado holgado.
Esta vez todo ha sido distinto, y mira que la cosa pintaba fea desde abajo, con una batida de jabalíes desparramada por toda la montaña. Pero la sierra tiene 25 kms de largo, así que al final el tema se nos dio de lujo, y poco a poco fuimos dando ese largo rodeo característico que te lleva al principio por un tramo que con sube y bajas constantes, te permite ver la realidad rural de la Vall d'Albaida, el valle "blanco" de los moros, que acertadamente bautizaron esta tierra margosa.
Esta vez todo ha sido distinto, y mira que la cosa pintaba fea desde abajo, con una batida de jabalíes desparramada por toda la montaña. Pero la sierra tiene 25 kms de largo, así que al final el tema se nos dio de lujo, y poco a poco fuimos dando ese largo rodeo característico que te lleva al principio por un tramo que con sube y bajas constantes, te permite ver la realidad rural de la Vall d'Albaida, el valle "blanco" de los moros, que acertadamente bautizaron esta tierra margosa.
Tramo de sube y baja continuo por el lindero entre
el terreno forestal y el agrícola. Los riñones ya duelen.
Con vistas al castillo de Carrícola, almorzamos en la Font del Meler, y con el bocata y las "drojas duras" centrifugando en nuestros estómagos, rompimos el desnivel por ese sendero precioso que se deja hacer, para ir con posterioridad entrando en materia. Allí donde el camino de montaña se torna sendero, una vez cruzadas las Neveras de Carcaixent, la cosa se pone peluda, pero esta vez el tramo "depilatorio" no fue para tanto y se hizo corto. Justo con la mitad del recorrido hecho, y ya a unos 900 de altura, la visión se torna espectacular, y los canchales, el sendero aéreo y el pino resinero, dan un ambiente de alta montaña mediterránea, pese a la relativamente poca altura real.
Terreno de media montaña mediterránea, muy similar al de otros territorios
como el norte de Castelló, Cazorla o los Calares del río Mundo.
Personalmente, uno de mis favoritos.
La senda cruza en una larga diagonal algunos de los mejores tramos ciclables en esta barrera natural entre el Comtat alicantino y la Vall d'Albaida valenciana. Un mtb épico de verdad. Después de un collado llega la vista de la canaleta final que da acceso al pico, con un mensaje subliminal en forma de porteo que en realidad es bastante cómodo en su mayor parte, y costoso en las rocas del final.
El acceso al pico es... tal que así!! estético y bonito a más no poder.
Arriba del todo, a 1104 mts, esa sensación de pico que tanto nos gusta a los rots, sitio ideal para una comida de altura en compañía, y con esa tranquilidad y nervio a partes iguales dentro de los cuerpos serranos. Protes y a darle a la bajal, que desde arriba se atisba antológica.
"¿Qué pasa qué dices?, ¿que no queda más sierra?, hala pues para!"
El primer tramo es imposible, pero es muy corto y apenas supone nada en cuanto desnivel "perdido". Antes de meterse en la canaleta el arrojo y el temple, si ese día lo tienes, te permite tirarle a un par de pasos que pueden generar confianza. Bien para empezar.
Estos tramazos de picos calizos, con pasos expuestos y vistas infinitas... son de 11 sobre 10!,
además de elementos clave para empezar a bajar con confianza, o sin ella.
La canaleta se hace rápidamente y posteriormente llega un pequeño remonte bastante ciclable para iniciar la bajada a través de los farallones calizos que caen del pico. Zig zags con patio o con mucho patio, retazos de pinar apoteósico, humedad y un firme del sendero espectacular. Salvo un tronco caído que deja paso por bajo sin problemas, ni rastro de las nevadas del invierno del 2009, es más, el pinar parece que se va recuperando del desastre.
El sendero se vuelve inverosímil entre los farallones de roca.
Parece imposible que se pueda pasar por ahí, viéndolo desde abajo.
Con unos 300 mts bajados finiquitas este primer tramazo con una gran sonrisa, exactamente a unos 780 mts de altura. Para evitar molestias con la batida de jabalíes y por no ser objetivo de ninguna escopeta (el olor y el graznido roteros es fácilmente confundible por estos animales), optamos por no llegar a la Caseta de les Planisses, por lo que bajamos por la pista de la Font Freda unos 100 mts negativos, que duelen pero es lo que hay, y entramos en el rápido sendero de les Fontetes, con un repecho eso sí, y una diagonal siguiendo las curvas de nivel con gran visión sobre las paredes que sostienen el pico, para finalmente llegar a les Fontetes, a 660 metros, es decir, a la misma altura que la entrada del sendero del mismo nombre.
Diagonal hacia les Fontetes, lugar de repostaje y de recuperar fuerzas en las manos y muslos.
Con un pequeño repecho más y tras un fugaz tramo de camino, se inicia el espectacular sendero final. Se trata de la senda de l'Ombria de la Serreta del Ràfol, que atraviesa un precioso boscazo, el único que se salvó del pavoroso incendio del 94, y que dada la orientación W-E de la serranía, se llevó por delante una ponentà. El sendero se interrumpe en un pequeño tramo de camino a la altura del Portet de Sàlem (488 mts), para luego entrar siguiendo la espesura por senderillo estrecho nuevamente.
El sendero es rápido, con flow mediterráneo, de ese que abunda en los pinares, y que se caracteriza por la combinación de tramos lisos y rápidos con otros de roca y piedra más suelta, para llegar a la Ermita de Sant Blai y con ello a los coches justamente. Terminar por sendero la ruta es un colofón que a todos nos gusta, y mirar arriba luego y ver los 800 mts de desnivel en unos 9 kms que acabas de bajar, desde el mismísimo pico, hasta los pueblos del valle.
El sendero es rápido, con flow mediterráneo, de ese que abunda en los pinares, y que se caracteriza por la combinación de tramos lisos y rápidos con otros de roca y piedra más suelta, para llegar a la Ermita de Sant Blai y con ello a los coches justamente. Terminar por sendero la ruta es un colofón que a todos nos gusta, y mirar arriba luego y ver los 800 mts de desnivel en unos 9 kms que acabas de bajar, desde el mismísimo pico, hasta los pueblos del valle.
Tramazo final por bosque como colofón a una enorme rutón.
Qué más se puede pedir... ah sí! unas birras!
Pues eso que "riba riba!"
Rutón y pedazo grupeta!
Magnífica narrativa, como siempre.
ResponderEliminarGracias Secre, porque con tu labor de cronista, nos haces partícipes de semejante rutón, a los que no pudimos apuntarnos, con esa buena manada de Rots.
Un sobresaliente para todos.
La envidia sana se apodera de mi cuerpo en un 100%.
Grande Penya!!!!!
Minicronica dice...
ResponderEliminarSin palabras!!
Minicronica dice...
ResponderEliminarSin palabras!!
Plas plas plas
ResponderEliminarBuuuuufffff!!!!!
ResponderEliminarQue gran día de bicimontañismo
Para mi ha sido una de las rutas más bonitas que he hecho y cuando más miro las fotos más me gusta.
ResponderEliminarGracias a los fotógrafos toreros.
Opino como Chopete, redescubrir el Benicadell después de todos estos años ha sido toda una sorpresa.
ResponderEliminarLas gracias hay que dárselas a los que se curraron hace mil años y un día esos sendones!!
Sensacional, primol. Descripción exacta del rutonaco con términos gandálficos que le ponen el broche de calité.
ResponderEliminarUna rotada que me encantó, sin duda alguna.
Riba riba sempre.
Gran cronica Vicente!!!.
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