A LOS DOS EXTREMOS DE UN SENDERO.
He salido esta mañana en busca de paz con mi mundo. Así que mientras apuraba mi café matutino en esa venta al lado de carretera que tanto me gusta por la disparidad de gentes que acude, unos en tránsito, meros viajantes, otros pernoctadores en busca de calma montañesa, y una mayoría abrumadora de habitantes perpetuos de unas montañas incrustadas en una cordillera cuyo nombre tan solo utilizan los libros; pero que también me atrae porque en ella alcanzo placeres intangibles que solamente creía que existían allende las fronteras de la terreta. Mientras apuraba ese café, decía, leo la prensa dominical, veo tristemente en un mapa que trae en esta edición, una costa cementada hasta las calas, y leo que siguen tratando de menospreciar esta tierra a base de burbujas de cristal, con forma de una copa a disputar por apenas 8 barcos veleros, rodeados de joyas y corbatas en cuellos de mujeres y hombres respectivamente.
Así que caigo en la zozobra fundamentada por una realidad, que en ese submundo en el que me encontraba, se me antojaba lejana. Decido cerrar el diario, pagar mi café, e inmiscuirme en la soledad de la montaña, para buscar aquello por lo que me levanté no tan temprano como uno quisiera, pero lo suficiente como para dar un paseo. Y tras un breve rodeo plagado de curvas asfaltadas llego al sitio donde estalla una soberbia fuente. Bajo del coche y engancho un senderito apenas andados unos metros desde el portazo del vehículo. Y empiezo a ver, a oler, a respirar, a oír auténticos trabucazos que me avisan de la muerte de animalitos, pobres, que hasta que salió el sol, disfrutaban como yo de la montaña. El senderito se sumerge en un ruido de arroyo prodigioso. Han caído muchas lágrimas desde el cielo y la tierra parece que ya no puede absorber más, y las deja correr, simplemente correr, ladera abajo.
Me sorprendo viendo dos robles, que empiezan a deshojar sus copas de tono amarillento. El senderito se vuelve canal de agua, que cruje las piedras de los muretes que aguantan bancales de almendros aletargados, después de haber aguantado la sacudida de cañas y palos cosecheros, hace apenas unos días. Y pierdo el rastro humano y oigo el canto de una perdiz orgullosa, que desafía a los cazadores atrincherados apenas unos centenares de metros más abajo. No sé si la oiré cuando regrese al coche, pienso, y prosigo diciéndole mentalmente al ave aunque no quiera en verdad, que calle y sea prudente, porque en ello le va su propia vida. Me sorprendo ante un escaramujo que ofrece frutos cargados de las últimas gotas de lluvia, huelo el tomillo y me pincho con la aliaga, omnipresente allá donde vayas en esta serranía. A levante, mis ojos ahora despiertos, alcanzan a ver el amarillo de nuevos robles, el ocre de los arces y el ceniciento de las carrascas. Unas nubes parecen querer envolver el paredón rocoso que yergue enfrente mío, y predicen que el episodio de lluvias aún no ha sido zanjado. Un tejado moruno al lado de una colosal piedra que hace las veces de pared, son el preludio de un sendero de montaña precioso, de los más perfectos que mi mente recuerde. Un paso y otro que me adentran en la soledad de un auténtico serac de calizas descomunales caídas, desprendidas de lo más alto. Y sigo haciendo fotos, como queriendo inmortalizar el momentazo. Y siguen disparando allá abajo, y llegando coches cargados de botellas vacías para abastecerse de un agua que mi cuñado, habitante sempiterno del valle, me acaba de comentar en el pueblo cuando me lo he cruzado, que no es buena en grandes cantidades para el estómago. Es el precio a pagar por querer llevarse a la ciudad, lo que era para el monte, vuelvo a pensar. Y me sorprendo pensando, porque lo fácil aquí es mirar, oír y nada más.
Dejo el congosto de bolos del tamaño de paredes humanas, por una sucesión de lazadas inauditas por las que discurre la senda. Alcanzo un collado, saludo a otro arce que posa en mitad del serac, y al pico altivo que me está llenando de vida con solo mirarle a la cara. Paro en el collado mientras el aire frío se deja sentir, me encapucho y alcanzo un peñasco, no sin antes cruzarme con un sapo despreocupado, que hace su vida como yo la mía. Y oteo desde arriba, la indescriptible sensación de armonía en un valle que merece que se quede como está, antes que declararlo con un calificativo propiamente humano, que no haga sino atraer a unas masas que ahora no pasan más allá de la venta de la carretera, o todo lo más, en la fuente de aguas cristalinas, pero dañinas para el estómago. Miro la hora que guía nuestras vidas, y vuelvo a la realidad, es hora de desandar el sendero, de comprobar cómo parece otro distinto pese a no haber transcurrido ni quince minutos desde que pasé subiendo. Y me sorprendo una vez más, de oir con vida el canto de la perdiz orgullosa, con la cual he quedado dentro de unos días, para que me cargue de nuevo de energía y esperanzas…
Así que caigo en la zozobra fundamentada por una realidad, que en ese submundo en el que me encontraba, se me antojaba lejana. Decido cerrar el diario, pagar mi café, e inmiscuirme en la soledad de la montaña, para buscar aquello por lo que me levanté no tan temprano como uno quisiera, pero lo suficiente como para dar un paseo. Y tras un breve rodeo plagado de curvas asfaltadas llego al sitio donde estalla una soberbia fuente. Bajo del coche y engancho un senderito apenas andados unos metros desde el portazo del vehículo. Y empiezo a ver, a oler, a respirar, a oír auténticos trabucazos que me avisan de la muerte de animalitos, pobres, que hasta que salió el sol, disfrutaban como yo de la montaña. El senderito se sumerge en un ruido de arroyo prodigioso. Han caído muchas lágrimas desde el cielo y la tierra parece que ya no puede absorber más, y las deja correr, simplemente correr, ladera abajo.
Me sorprendo viendo dos robles, que empiezan a deshojar sus copas de tono amarillento. El senderito se vuelve canal de agua, que cruje las piedras de los muretes que aguantan bancales de almendros aletargados, después de haber aguantado la sacudida de cañas y palos cosecheros, hace apenas unos días. Y pierdo el rastro humano y oigo el canto de una perdiz orgullosa, que desafía a los cazadores atrincherados apenas unos centenares de metros más abajo. No sé si la oiré cuando regrese al coche, pienso, y prosigo diciéndole mentalmente al ave aunque no quiera en verdad, que calle y sea prudente, porque en ello le va su propia vida. Me sorprendo ante un escaramujo que ofrece frutos cargados de las últimas gotas de lluvia, huelo el tomillo y me pincho con la aliaga, omnipresente allá donde vayas en esta serranía. A levante, mis ojos ahora despiertos, alcanzan a ver el amarillo de nuevos robles, el ocre de los arces y el ceniciento de las carrascas. Unas nubes parecen querer envolver el paredón rocoso que yergue enfrente mío, y predicen que el episodio de lluvias aún no ha sido zanjado. Un tejado moruno al lado de una colosal piedra que hace las veces de pared, son el preludio de un sendero de montaña precioso, de los más perfectos que mi mente recuerde. Un paso y otro que me adentran en la soledad de un auténtico serac de calizas descomunales caídas, desprendidas de lo más alto. Y sigo haciendo fotos, como queriendo inmortalizar el momentazo. Y siguen disparando allá abajo, y llegando coches cargados de botellas vacías para abastecerse de un agua que mi cuñado, habitante sempiterno del valle, me acaba de comentar en el pueblo cuando me lo he cruzado, que no es buena en grandes cantidades para el estómago. Es el precio a pagar por querer llevarse a la ciudad, lo que era para el monte, vuelvo a pensar. Y me sorprendo pensando, porque lo fácil aquí es mirar, oír y nada más.
Dejo el congosto de bolos del tamaño de paredes humanas, por una sucesión de lazadas inauditas por las que discurre la senda. Alcanzo un collado, saludo a otro arce que posa en mitad del serac, y al pico altivo que me está llenando de vida con solo mirarle a la cara. Paro en el collado mientras el aire frío se deja sentir, me encapucho y alcanzo un peñasco, no sin antes cruzarme con un sapo despreocupado, que hace su vida como yo la mía. Y oteo desde arriba, la indescriptible sensación de armonía en un valle que merece que se quede como está, antes que declararlo con un calificativo propiamente humano, que no haga sino atraer a unas masas que ahora no pasan más allá de la venta de la carretera, o todo lo más, en la fuente de aguas cristalinas, pero dañinas para el estómago. Miro la hora que guía nuestras vidas, y vuelvo a la realidad, es hora de desandar el sendero, de comprobar cómo parece otro distinto pese a no haber transcurrido ni quince minutos desde que pasé subiendo. Y me sorprendo una vez más, de oir con vida el canto de la perdiz orgullosa, con la cual he quedado dentro de unos días, para que me cargue de nuevo de energía y esperanzas…
Cuelgo lo que me salió del tirón.
ResponderEliminarY tan del tirón. Muy guapa y muy agradable la lectura de tus andanzas por las Highlands, tron.
ResponderEliminarLo cierto es que creía que era la crónica de los Calares, pero es igualmente de agradecer una de tus crónicas. Grasies cosí. ;)
Gracias por devolverme a mi tierra !
ResponderEliminarMuy buena divagacion!!!!.
ResponderEliminarPero habra de los Calares?.
Joselilo, hoy keniateamos?.
Qué bueno, Vicent.
ResponderEliminarMe he engolosinado 15 minutos, y casi me ha parecido estar allí.
Per supost, nen.
ResponderEliminarPor cierto, las camisetolas están en la tienda del Charly. Os pido que os paséis a pagarlas los que faltan (y a recogerlas los que no las tienen aún).
Ok, pues a las 20:30 nos vemos en el piso.
ResponderEliminarY tambien me pasare a pagar mi pua.
Gracias majos, de verdad, ando muy mal de tiempo libre, y bien que me jode no hacer una Crónica, pero necesita su burn y su tiempo, jejeje
ResponderEliminarEstoy hacho mistos, desde las 8 hasta las 22 h., estic cansaet nens...
Beresh, me alegra mucho leer eso, pásame tu dirección y te remito la camisetola.
déjala en el riuet si quieres, que mis padres vienen el 23 pa sevilla.
ResponderEliminarA ver si nos podemos centrar poco a poco e ir teniendo tiempo para esas otras cosas importantes de la vida, jeje . tengo que coger ritmo aunque sea pa hacernos una mola con califa en el puente de diciembre, cohone.
No hay güebs
ResponderEliminarTantos cursillo o milongas tienes para acabar todos los dias a las diez de la noche?. Joer, que agenda....
ResponderEliminarBerenguelo, asi me gusta, que entres mas a menudo. Y avisa cuando vengas...
Sí! qué?!
ResponderEliminarPues nada perla, nada.... Continua, continua.....
ResponderEliminarBuenos dias!!!!.
ResponderEliminarGente, ir pasando por la tienda del Charly que aun queda gente por pillar la camiseta y pagar!!!!. Asi es que ir pasando.
Por cierto, esta semana que vamos a hacer. Que ultimamente no se planifica nada, y el Cid me lo conozco de memoria. :)
Pues yo tengo unas ganas de ir al Cid que no veas, a ver si en unas semanas si no os importa repetimos algo por allá.
ResponderEliminarPasaré por la tienda a pagar.
Buenos días!!
ResponderEliminarEl sabado durante el birramen se comentó de hacer la de biar que esa bajada hacía tiempo que no se rotaba, y la hectik tiene ganas de catarla.....ummmmmhhhh!!!
Pues si os hace, este sábado nos espolsamos un Biar 55 con nuevas alternatifs para desamoñigar la Hectik y así el siguiente nos marcamos una Silla con explorasión dedicada al secreZ. Sus amola? Centramos el satélite rotero por la zona de Biar esta semana?
ResponderEliminargrarlrlasjcoadskcpvmavmtoloquesemenea!!!
ResponderEliminarVoy a hibernar unos días de blog... :D
Por mi fale!!! Se rotaría el Domingo también?
ResponderEliminarJoder, cómo está este!
ResponderEliminarCo*o Zambu!! :D
ResponderEliminarLa llevas guapa Zambullo!!!!.
ResponderEliminarAunque a mi igual me toca sesion de brocha y pintura....
Jose, al final, que planes tienes para hoy?.
ResponderEliminarKeniateo a full d'Estambul. :D
ResponderEliminarOk, 20:30 en el piso.
ResponderEliminarAllí nos vemos.
ResponderEliminarJuas!!!!!.
ResponderEliminarNo hay güebs. :D
ResponderEliminarque no hay güebs? Pep díselo tú que a mí me da risa....
ResponderEliminarhola trones, alguien de vosotros tiene paypal asi le hago una transferencia por la camiseta y que me la vaya a recojer y mela manda pa xabia, please :)
ResponderEliminarA mi también. Mañana quiero ir a Manolo, algú vol?
ResponderEliminarBueno, pues los keniatas de pacotilla no sé, pero el Zambu y yo nos hemos cascado una subidita al castillo a pata, digna de un entrenamient* rallymanero creatinoso (no podemos juntarnos aún con la élite pateadora, pero poco a poco). 12 km y un dolor de patas brutal. Por cierto, esa Hectik la pinta más en vivo que en las fotos feas. Otro día seguimos ajustando, que si no me va a coger manía Marisa, jejeje.
ResponderEliminarBona nit.
Juas! Pateando hacia el Castillo y de noche con luna llena??? Eso huele a petación in the matorral's, y si luego dices que otro día seguís "ajustando", gana puntos mi afirmación, y puntos, pero de sutura, el ojal de alguno de los dos. Quién era el maquinista? :D
ResponderEliminarMartin, no es más fácil que te vengas a rotar y la pilles tú?
Mi no tener cuenta de paspas de esas, soy poco moderno para estas cosas, pero creo que la opción de Josele es la más idónea.
ResponderEliminarQue ansia de gente, a tdoo el mundo le da ahora por pateanciar? No será mejor jugar un futbolín?
El patear esta ahora de moda, juas, juas, juas.... Aunque mira que no veniros con nosotros!!!!. Vicente, vente y pruebas..... Aunque lo de jugar al futbolin tampoco esta nada mal....., pero aprendiendo un poquillo, juas, juas, juas.....
ResponderEliminarBueno, al fin de semana, que?.
P.D.: Buenos dias-tardes!!!!!.
el problema del martin es que ahora se va 3 semanas de vacances y despues ya no libra los sabados sino los miercoles asi que si alguien tiene un miercoles para rotar conmigo yo encantado. pero no me gusta ser moroso.
ResponderEliminarMartin, yo te lo pago igual que al Bere, y aunque pase tiempo ya me lo darás. No te preocupes, que me he quedao con tu cara, juas juas
ResponderEliminarPD: Qué cebrón tres semanas de vacances!!! Pues a disfrutar se ha dicho.
Sección austríaca rules!!!
gracias vicente, si me voy 3 semanas con mi mujer y la burra a suiza, austria y alemania a ver si me hace buen tiempo. hare fotos y ya os contare.
ResponderEliminarun saludo a todos
Martin, queremos 10000 fotos como mínimo de la Yeti andurreando por esas zonas.
ResponderEliminarQué envidia.... (sana, eh?). :D
Que usté lo disfrute con su parienta con salú.
Nada, que "pajarico" el "tio" Martin...., tres semanas de vacaciones..... Y parecia "tontico" cuando lo criamos, ein????.
ResponderEliminarPasalo bien, y traenos foticos para darnos goleta!!!!.
Martin, aqui la seccion tesorera te tiene ya apuntado en la lista de morosos!!!!, juas, juas, juas......
Eso, la burra que no falte, jejeje
ResponderEliminarBon dia.
Bon día.
ResponderEliminar¿¿Qué se cuece para este finde??
Preciso de expansión lúdicodeportiva o actos pancetobirrosociales.
Me quedo con los actos, ac ac ac
ResponderEliminarYa sé que hay muchos compromisos y tal, y que me pongo muy pesado, pero ¿qué tal ir de una vez a Beneixama guiados por Octavio? Mucha senda y relativamente cerca.
ResponderEliminarLo proponemos para dentro de unas semanas?
Buenos dias!!!!.
ResponderEliminarLo que querais, pero ya!!!!. Eso hay que hacerlo.
Y como Pepe, este fin de semana que?.
Buenos días!!!
ResponderEliminarPor mí fale, si hay senda y encima tiene yolos mejor que mejor, a ver si cato ya la hectik con la U-turn de una vez por todas, copón bendito que ganas!!!
Juan tú y yo tenemos que saldar cuentas ein?
Además rots, el calvo de la lotería ya ha venido a mi casa, así que rots este año SÍ es el año que toca, lo presiento.
Tunelamens a la una.......
ResponderEliminarTunelamens a las dos......
Tunelamens para nada. Yo me voy a ver verde que no sea el de una vía, quiero oler a tomillo y romero, quiero sentarme en un pedrolo a comerme un bocata, y que el paisaje me enrolle y me rapte durante unos minutos de catarsis.
Acabo de ver una ruta que promete, aprovecho para decir que jueves y sábado en el Levante salen unas rutazas que te cagas, en un librito y todo. Recomendable.
ResponderEliminarSip Zambu, paga, moroooooso!!!!, juas, juas, juas.....
ResponderEliminarEspero que tengas razon, y toque esa loteria, y nos haga un buen apaño!!!!. No estaria nada mal....
Vas a comprar tu ese librito?, Vicente.
Ya lo he comprado. El periódico vale 1,10 leuros Juan, no me jodas.
ResponderEliminarJijijijijijijijÓ.
ResponderEliminarSe te ha ido la pinza, Vicente?????. Yo que leches se lo que vale el periodico o el dichoso librito!!!!!. Si es que.....
ResponderEliminarHola tropa!
ResponderEliminarBueno, este mensaje es más que nada para dar señales de vida, que entre trabajos, clases y obras en el Magre no he tenido tiempo de escribir.
Yo este sábado estoy disponible para rotar por donde sea, así que estare atento a las propuestas que se hagan mañana.
Bueno, como he dicho antes han habido obras en el Magre, con la ayuda de Alberto y de Nico, así que ya estais tardando en poner un día para ir todos a almorzar allí, y que Juanako se nos desmelene, la borrica del Zambu se deje de mariconadas de túneles y asfalto hasta el Cid y los demás posemos guapos en las fotos.
Fotre, Nico ya ha puesto su toque freeride... El Magre se está haciendo grande.
ResponderEliminarAtrás quedan esas calurosas tardes de verano llevando palets y tablones a tutiplé, sobrellevadas con el afán de maquear el Magre y beber llandetes de serbeza...
Tengo ganas de ir a verlo, leñe.
Yo tambien, pero lo que no tengo muy claro es si a catarlo tambien.....
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