No quería creerlo, pero ha resultado ser tristemente real. Ya este invierno, entre niebla y nieve estuvimos haciendo unas fotos del caótico paisaje que nos mostraba un bosque con multitud de pinos en el suelo y ramas rotas, víctimas de un invierno con demasiadas lluvias, nieve y viento, pensando que íbamos por unas sendas que nos mostraban un posible polvorín en época estival. Y así ha sido, por desgracia para todos los que amamos el monte. 4.500 hectáreas hechas cenizas. 2.500 en la zona de Alfafara y Agres y el resto en Rafelguaraf, Barxeta y Simat, ya en la provincia de Valencia. Y las altas temperaturas y el viento de poniente, aliados del fuego. La (según parece), "buena noticia" es que se estima que el 85% del terreno quemado es monte bajo y matorral, por lo que tan sólo el 15% corresponde a superficie arbolada, y aún tenemos que agradecer que, a pesar de que el fuego ha conseguido cercar a la Sierra de Mariola, parece que se ha salvado.

Un (o varios) desgraciado con ganas de hacer daño ha sestado una puñalada mortal a nuestros bosques, zonas cuyas sendas hemos pisado con nuestros tacos y hemos disfrutado, parando cada cinco metros para fotografiar, embobados por la belleza que escondían y con la grandísima satisfacción de descubrirlas. Y ahora nada. En apenas dos días todo se reduce a cenizas, piedras y polvo.

Según parece, el presunto culpable, un brigadista, una persona encargada de "rescatar" de las llamas a un monte, un "guardaespaldas" de los árboles, que se supone que, como requisito indispensable, debe amar la montaña, en este caso, para poder volver a trabajar (ya que se encontraba en el paro desde septiembre del año pasado), no tiene en mente otra cosa que prender fuego para "ganarse nuevamente el puesto"... Maldito enfermo que ahora mismo está en casa, impávido, viendo cómo se ha hecho "famoso", pues está saliendo en las noticias...

Pero lo peor no está ahí, lo peor está en la -según parece- imposibilidad de demostrar los hechos, la incapacidad de hacer que "cante" ese maleante sin corazón, esfuerzos que tan sólo se aplican con severidad si el fuego afecta zona urbana o acaba con la vida de alguna persona. Auténtico terrorismo ecológico que incomprensiblemente queda impune, ya que el juez "no puede certificar las causas del fuego, su origen exacto o si ha sido provocado por una o varias personas".

Espero de corazón que se puedan probar los hechos y que el o los autores paguen, no por el mero hecho de ser castigados, a pesar de que lo merezcan, sino para que sirva de precedente y aquellos que tengan pretensión de hacer algo similar en un futuro sepan a qué atenerse, pero, sintiéndolo mucho, no puedo confiar ni en la justicia de este país ni en sus leyes, que, para estos casos, veo que hacen lagunas por todos los lados, pues son como sus creadores, imperfectos. Y yo me pregunto: "cuál es la condena justa para actos así?" "una multa?" "unos meses de cárcel?" "trabajos para la comunidad?" Todo eso por miles de hectáreas calcinadas que tardarán décadas en volver a parecer lo que eran?. No señor. En nuestra sociedad se trata de delincuente y se persigue al biker que va por las sendas disfrutando y respetando el monte, sintiéndose partícipe de su maravillosa creación, y quien hace arder montes enteros acaba en casa pensando dónde encenderá nuevamente la cerilla la próxima ocasión en la que necesite algo de dinero extra... Y cuando no es un pirómano loco, es un brigadista en paro (uno entre un millón, ya que no olvidemos de que es un oficio muy sacrificado y sin ellos no apagaríamos las llamas), o un especulador buscando una recalificación de "esa parcelita"... Demasiados enemigos les sale a nuestra montaña. Estamos ante una tremenda injusticia.

Ahora pues, tan sólo falta que este individuo no vuelva a quedarse sin trabajo, pues ya sabemos cómo volverá a actuar. Y es que "el trabajo dignifica", debe incluso pensar este personaje. Y así una vez tras otra en este país. Así nos va. Dicen que "el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra". Pues España es el único país que tropieza más de dos veces con el mismo pirómano. Y actúa igual que en la primera vez. Dos cachetitos y "no lo vuelva a hacer usted más, eh?. Malo, malo y malo". A este paso nos tocará decir: "vamos a tal sitio para disfrutarlo antes de que lo quemen". Es decepcionante ver que hay gente que no respeta nada ni a nadie.

Siento si me he excedido en algún momento, pero estos temas hacen que me hierva la sangre y me hacen sentir una impotencia, rabia y dolor muy grande. Es una reacción normal (a mi juicio), cuando alguien ama algo y ve cómo se lo arrebatan injustamente sin que nadie haga algo en consecuencia. Me he basado en los datos que he podido tener hasta el momento. No obstante, es una opinión propia en un blog privado que pretende tan sólo expresar la profunda indignación de quien lo escribe, así como las terribles ganas de poder aportar el "granito de arena", para poder ayudar a la pronta recuperación de nuestro monte. Así es que lanzo la pregunta desde mi más profunda ignorancia, esperando ser ilustrado: "De qué forma podemos/debemos actuar?"


NOTA: algunos de los datos expuestos en esta entrada, así como la impactante imagen de la cría de búho de portada, víctima y triste protagonista de esta atrocidad contra la naturaleza, están sacados de la web del diario Información.