"0 mm" EPISODIO 3
Las lluvias de agosto dejaron el terreno bueno, así que quisimos desafiar a la Maxi Rotera, 4 rigidistas convencidos, porque aunque Javi montaba doble, ya era carne de rígida casi sin saberlo. Meterse los 15 kms desde casa hasta la punta del Sit se hace durillo, sobre todo en la parte final donde el desnivel es considerable. Entre sofocones decido que necesito un 36 en la piña trasera. La Yeti con el 34 en subida ya se resolvía pastosamente, de ahí que no llevase más, pero la Blue Pig me pide más canasta para llevar más soltura. Ahora me quedo muelto matao.
Hacia abajo, me asombró de nuevo la capacidad de manejo ante tan supuestamente inapropiada bajada. Es verdad que la Costera de la Risa me dio más risa que nunca, y que cierto paso se me sube a la chepa da igual con lo que vaya, pero la Stuff, la Shan y la Pig, corrieron lo impensable desde las antenas del Sit hasta la senda del río pasando por un Kalifa, escalón jodecervicales incluido.
Sin tiempo para pensar, el calendario trajo otro gran rutón. La Alta Ruta del Benicadell es un bucle clásico parido por el núcleo duro del Btt Alcoi, etiqueta que nunca defrauda. Allí coincidí de nuevo con la Ramones de Xore, cliente más que satisfecho con la marca andorrana.
Yo no le doy tanta velocidad a la bici como él, ni tengo tanta clase, pero coincidimos en el tamaño de la sonrisa una vez abajo.
Como problema citar un par de rajas en la Advantage trasera. Me tocó llegar andando al coche.
En resumen otra tunda serrana de las buenas con buen sabor de boca. La subida por sendero desde el Castell de Carrícola resultó muy buena, así como el sendero aéreo que se dirige a la cima. La senda de bajada especialmente adecuada para el 0milimetrismo. Desde mi punto de vista, una ruta hecha para ellas.
A la semana siguiente otro clásico, Guixop desde el Molí la Reixa. Esta vez no subimos por el Badallet, pero se sufrió a base de bien hasta llegar arriba del todo. El principio trabajoso, la zona de piedra se atraganta especialmente, aunque luego mejoró con Mojón, Ermita y Muerto, que ya los había hecho con la naranja. Bien, salvo las paradas necesarias para hinchar la rueda trasera que siguió dando por saco, pese al buen hacer del gran mecánico de siempre.
Parón físico de 3 semanas y vuelta a empezar con una épica inédita. El rutonazo del Cocoll fue mayúsculo, con un acceso complicadísimo por sendero infame, porteable y aéreo. Las partes de bajada que quedaban a medias se me hicieron muy complicadas, no sé qué tal se me hubiesen dado con la doble, no creo que mucho mejor. En este tramo tuve mi primer susto serio con la bici, cayendo de lado desde un poco de altura fuera de la senda, al final sin consecuencias. Pero el hierro grito “yeeeeehhhhh”, que lo oímos todos perfectamente.
La bajada me resultó espectacular. De lo mejor que he hecho con esta bici, junto con la de Serrella y el tramo final de Xortà. Muy bien, pero se escapó la mecha y tuve que tirar de cámara en lo más interesante. El principio de la bajada es rapidísima, muy buena, y el final se torna turronero del todo, con escalones moriscos de esos que se atragantan especialmente al recorrido nulo si no vas con brazos e inercia.
Por cierto, aquella mañana se vio junto a los coches a un gurú de barba poblada rondando por Benigembla. No sabemos lo que llevaba en la bolsa, pero olía que te cagas.
A estas alturas ya no me hace falta convencerme de si valen o no estas bicis para épicas roteras. Lo sé de sobra, tal vez alguno se cerciorase mejor de tal afirmación al llegar abajo.
Otros 20 días de parón y mi primera visita a la fisio desde que hago el cerdo por el monte, en teoría eran un buen bagaje para afrontar nuevos retos. A estas alturas, pese a las grandes sensaciones del Cocoll, me sentía que había perdido fuelle y feeling con la cerdita.
"¿Qué me pasa doctor?", pregunté.
El Doctor me dijo que a lo largo del año, el ciclista pasa por baches físicos cíclicos, así que me repasó el historial y es cierto que el exceso del verano suele producirme un bajón otoñal, remarcado por esporádicos catarros. Eso se pasa con descanso, masaje y Vitamina C. “Pero… ¿algo más te duele?”. Me sinceré y le dije: “no puedo seguir a mis compañeros, Doctor”. Se rascó el bigote, reflexionó antes de hablar y me dijo lo siguiente: “descubre cuál es tu posición real en el grupo hacia abajo”, “¿cómo puedo adivinarla?”, “cuando veas que la bici que llevas delante te marca bien el camino, y la que llevas detrás no la taponas”.
Pero a todo esto llegó la Cara Sur. Ahí es nada. Aquí no hay trenecito que valga hasta mitad de bajal. La primera, toda una lotería. Bien es verdad que la Ragley se comió sus buenos escalones, que las primeras Zs no se dieron del todo mal, pero por Dios qué vendida iba en las zonas digamos más rectas con toneladas de piedra suelta. Es lo que tiene ser un muñeco que gravita demasiado el cuerpo hacia atrás y peca de tocar mucho el freno trasero. Al llegar a els Plans del Sit, la cosa cambió radicalmente, siendo el día que más he disfrutado en esta parte de la bajada. Fue increíble. Abajo me di cuenta que esta bajada dice más en rígida que en doble, por lo que me queda claro que el disfrute actual para mi, lo dicta un acero bien avenido, una geo apropiada y un horquillón holgado.
Abajo me convertí en un apóstol del simplismo rígido, después del examen de la Cara Sur pregono a los cuatro vientos sus bondades, aunque también sus inconvenientes, que los tiene, pero considero que sumándolo todo, el resultado es altamente positivo.
Por cierto, el 36 vino para quedarse, aunque de momento lo use menos que mis pies en las subidas, la Advantage la cambié por una Ignitor LUST en 2,35, y veo que los puños Sram tan anchos no se llevan bien con el gel de los guantes invernales Endura. En bajadas largas y pronunciadas necesitas más agarre en el puño.
Ah, y el café despejante que hay entrando a Loma Badà en forma de escalón, cayó por fin. Antes no me había atrevido nunca a meterme tal chute matutino.
Siguiendo con la tónica general del otoño, volví a fallar en algunas convocandas, pero a la que pude entré a lo grande. Esta vez con un Migjorn con casi toda la tropa. Una vez más con su prima highlander Ramona, a la postre, la que más parece haber acompañado a la Peppa Pig durante estos 5 primeros meses de andanzas.
El Bc de la Llibreria no se le dio mal, dándome la parte trasera esa sensación tan singular que me otorga cuando el ascenso se realiza por el cauce de barrancos de este tipo, léase Llibreria, Pantanet o Badallet. Trabajoso en cualquier caso.
La pista siguiente con el 36 mucho mejor que con el 34, pero coincidió ya con 36 añazos que ya no son los 35, así que unas por otras tocó sufrir y mucho, acabando a zancadas y hablando conmigo mismo, mientras el resto se enfría arriba esperándome.
Muscularmente las piernas fatal, el rigidismo a mi me trata bien de espalda pero mal de cuádriceps, que me petan a cada bajada exigente. Será cuestión de rellenarle los pinchos que faltan a cada cara de los pedales. Si eso.
Tras el desparrame del almuerzo y la aproximación pasada la Martina, llegó el Cabeçó Redó, nombre en éfico antiguo que recibe ese tramazo trialero que no es sino todo un sorteo de la lotería navideña. Se me dio peor que con la doble, pero no del todo mal para un saco patatero como yo. Curiosamente a partir de aquí me vine arriba, y el sendero de acceso al pie del pico, que en doble es fácil pero en rígida no, se me volvió agradable. Jodidas drogas que le hacen a uno perder la perspectiva!!
A la hora de portear el kilo menos de peso se nota, y darle al u-turn en un pico aunque es igual, no es lo mismo. Con mi puesto definido haciendo caso al Doctor, comprobé que el tubeless es necesario en la Terreta en cualquier bici que se precie, y si es rígida más, ¿eh Xore?
Cayó el escalón que baja del Migjorn con el cual había soñado toda la semana, y flipé en colorines con todo lo que acontece hasta llegar a Xixona, DH urbano incluido.
Al final lo importante del tema: la comida entre amigos.
Ahora parece que le he vuelto a tomar el pulso a la bici, con alguna más en el seno del grupo y otra en camino, no veo sino el día de juntarlas a todas en mitad de la manada rotera, a sabiendas que encajan perfectamente en el concepto de bicicleta de montaña que tenemos, y se mimetizan muy bien a un entorno mediterráneo que a priori, podría considerarse hostil.
Para terminar, haré una confesión en voz baja: no se lo digáis a nadie, pero en un breve tramo antes de la Llibreria calcé una doble, llegando a la conclusión siguiente, creo que hay que vagar un tiempo continuado sin propardal para saber lo que vuelan los pájaros.
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Bueeeeeeno amiguitos, estas entradas tan sólo hablan de las impresiones de un destalentao sobre una bici rígida de corte endurero. Ni pretenden ser un manual de nada, ni alabar nada, ni tratar de convencer a nadie, ni mucho menos dárselas de pseudoprobador de revista. Proceden de un ciclista amateur, un usuario medio, que no sabe ni desmontar una cubierta sin ayuda. Simplemente están escritas para leérmelas en caso de duda acerca de mi fe, y si de paso ayudan a alguien a imaginar siquiera un 10% de lo que la realidad transmite, fenomenal. La curiosidad está para satisfacerla.
¿Moraleja resumen de todo este rollazo sin venir a cuento? Pues que desde mi modesto y garrulo punto de vista, considero que en personas con sed de bici, lo mejor es tener dos alternativas diferentes pero para un mismo concepto de ciclismo. En cuanto pueda, lo pondré en práctica, de momento no vuelvo al chef longe turquesa.
Aunque al final, la verdad verdadera sólo es la que sigue: que el monte huele igual en rígida que en doble, que la grupeta se reirá lo mismo independientemente del total de mm traseros que atesore, que el bocadillo debe ser proporcional a la dureza de la rotada, que todos sabemos que las bicis no son más que un hobby, que los problemas se hacen más pequeños cuanto más subes… y que las protes siempre, hasta pa cagal.
Muy bueno Vicente, ha sido gratificante leer esto antes de ponerse a currar....
ResponderEliminarresumen: al monte con lo que sea!!!!!!!!!!!!!!!
Por fin es viernes!
Me alegro!!!
EliminarY sí, creo que todos coincidimos en que ésa es la actitud.
A la noche lo leo!!!. :)
ResponderEliminarQue grata lectura otra vez!!!.
ResponderEliminarEso sí, tienes unos huevazos de hacer todas esas bajadas con la rígida tremendos!!!.
P.D.: Ese mismo tramo de la Llibrería con una doble, lo viví yo con una rígida!!!. :)
Amén total!!!!
ResponderEliminar...Y coincido con Juanele, hay ciertas bajales y ciertas rutas que implican tenerlos bien puestos para afrontarlas y salir bien parado de ellas.