A principios de primavera el principal periódico noticioso de Alicante se hacía eco de la noticia: una saca de madera indiscriminada en monte privado, había devastado uno de los bosques más frondosos del conjunto montañoso que une el Vinalopó con la Foia de Castalla.
Enseguida se encendió la alarma, y la noticia corrió por el grupo de whatsapp rotero tanto como la indignación.
Sin embargo, ni en el peor de los casos nos imaginábamos el tamaño del despropósito ejecutado, hasta que hace apenas unas semanas enfilamos los tacos hacia la zona. El panorama es absolutamente desolador, sobre todo en las inmediaciones del Alt del Bubo, donde antaño nos enfundábamos las protes y dejábamos apoyadas las bicis en un pilón de piedra, antes de ir hacia la demoledora trialera del Morro Gros. Pero para llegar ahí, tomábamos un caminito estrecho, cortado por una cadena, en el que apenas entraba el sol de la mañana entre el bosque de carrascas y pinos.
Al llegar allí el mazazo mental fue tremendo. Como si nos hubiesen destrozado parte de nuestra propia casa. El shock fue importante, y no se lloró de impotencia por muy poco.
La privacidad de esa zona y el amparo legal, han hecho que el negocio de la saca de madera en pos de la biomasa, le haya ganado la partida de momento al bosque. Y decimos de momento, porque el pistón infame y el innecesario cortafuegos que algún iluminado ingeniero forestal ha ideado para la zona cimera, está ya siendo invadido por diminutos brotes de coscoja, que esperemos vuelvan a darle el esplendor a la zona que hasta hace pocos meses tenía.
Me resulta difícil no caer en el insulto, sólo espero que esa denuncia presentada por 6 grupos ecologistas llegue a buen puerto, y os duela la cartera con un multazo, ya que no os ha dolido el alma al ver cómo habéis dejado un monte, que aunque esté escriturado: ES DE TODOS!!!
Foto del antes y el después del camino estrecho, rocoso y técnico de antaño, y la autopista infernal actual.
GALERÍA DEL ESPERPENTO
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